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Escritor, novela, premio

El escritor peruano Santiago Roncagliolo.

Santiago Roncagliolo reconoce haber sido un “sicario de las letras”

El peruano Santiago Roncagliolo ya pasó los 40, comienza a tomar perspectiva del paso del tiempo y de su obra; ahora se reconoce más reflexivo y recuerda que hubo un tiempo en que se convirtió en “el sicario de las letras”

El peruano Santiago Roncagliolo ya pasó los 40, comienza a tomar perspectiva del paso del tiempo y de su obra; ahora se reconoce más reflexivo y recuerda que hubo un tiempo en que se convirtió en “el sicario de las letras” porque se acercaba sin miedo a cualquier historia que lo “metía en líos”.

“Creo que hace tiempo no he vuelto a encontrar historias tan poderosas. Todas esas fueron por encargo y de hecho durante un tiempo me convertí en el sicario de las letras. Si alguien sabía que tenía una historia que lo metía en líos me llamaba a mí”, dijo el autor, recordando especialmente su trilogía de historias reales de América Latina.

Ahora se encuentra en Bogotá, donde ha llevado La noche de los alfileres (Alfaguara) a la Feria Internacional del Libro (Filbo) y disfruta de esa madurez que, dice, le da una mayor perspectiva al saber que tiene más vida ya vivida que por vivir.

Lea más en: Santiago Roncagliolo, humor, novela negra y memoria en su obra

Y no ha sido ligero su periplo vital, llegó a México de niño, retornó a Perú en lo más duro del conflicto armado del país y luego pasó buena parte de su vida entre Madrid y Barcelona.

Se le entrelazan los recuerdos también en el acento, que parece un resumen de todo su pasado y señala que para él “los recuerdos han adquirido una mayor fuerza”.

Eso sí, durante toda la entrevista se rodea del humor que lo caracteriza —“los europeos piensan que soy más serio de lo que soy, los latinoamericanos se ríen con mi humor negro”—, no deja de citar películas igual que en sus novelas y lanza sus reflexiones.

“Siempre he sido un poco violentito, escribo sobre las cosas que me dan miedo y les doy forma ficticia para que otras personas lo sientan”, asegura Roncagliolo.

Por eso se acerca en su ya extensa obra a los monstruos y su ternura, es la forma de asumir que “cualquier persona normal está a dos o tres pasitos de convertirse en una persona brutal”.

“Trato de explorar esos pasitos para que el lector se plantee qué tanto incuba un monstruo en su interior. Me interesa ese experimento, ver hasta dónde podemos dejar aflorar las cosas que normalmente ocultamos y convertirnos en monstruos”, afirma con contundencia el autor de Abril rojo.

Realidad supera la ficción

En el retrato del continente coincide con otros autores que creen que la realidad ha superado la ficción de los escritores, aunque considera que eso ya sucede en todas partes: “¡Por Dios, Trump presidente de EE.UU. es un capítulo de South Park”.

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“La realidad, veo más bien a América Latina cada vez menos exótica y a Occidente cada vez más exótico y más enredado en cosas que parecen de ciencia ficción”, agrega el peruano, quien también ha hecho notables incursiones en el periodismo.

Vuelve a recurrir al humor y remata duro: “Creo que todas las personas, de cualquier sitio, tenemos un potencial infinito para el ridículo y que los últimos años están demostrando que ser imbécil no era un patrimonio exclusivo de los latinoamericanos, sino profundamente universal y podía darse en cualquier lugar del mundo con el mismo talento”.

Dijo que su obra busca mezclar la cultura popular de crimen, misterio y terror —plasmado en el ADN de América Latina— con la alta literatura.

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