El hacinamiento en las cárceles del país y la aceptación gubernamental de que había liberado a más de ocho mil presos a partir de 2014, fue motivo de preocupación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que lo recoge en el informe anual 2016.
La CIDH señala en su informe anual en lo concerniente a los privados de libertad, de que si bien es cierto valora los esfuerzos del Estado de Nicaragua para reducir el hacinamiento carcelario, esa disposición mereció severas críticas por parte de la sociedad civil y la opinión pública por la falta de transparencia y publicidad en la adopción de estas medidas.
Asimismo, la CIDH externa su preocupación por la falta de información disponible respecto a la implementación de esta medida y llama al Estado de Nicaragua a hacerlo público, así como los resultados y la eficacia de la implementación de esta medida a tres años de su adopción.
Al tiempo que expresa que con base a la información pública oficial, observa que el único requisito conocido para ser beneficiario del “régimen de convivencia familiar” es el de haber sido condenado por delitos leves cuyas penas son iguales o inferiores a cinco años de prisión.
El asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas, afirmó que cuentan con denuncias que indican que no a todos los internos les reconocen ese derecho de la convivencia familiar.
“Lo hacen de manera selectiva, no sabemos el criterio exacto”, manifestó Cuevas, quien señaló que esto es motivado por la falta de transparencia en la aplicación de esa medida.
Cuevas mencionó, por ejemplo, otro problema enfrentado por los internos del Sistema Penitenciario Nacional (SPN) que hay casos de reos que llevan esperando hasta dos años su orden de libertad porque las hojas evaluativas y los pronósticos individualizados no son enviados al juez por autoridades del penal.
La CIDH menciona en su informe que en general las cárceles de la región, además del hacinamiento, se caracterizan por la negligente atención médica; inadecuadas condiciones de higiene y salubridad; alimentación inadecuada; actos de corrupción; incomunicación y negación de visitas; comisión de actos de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes, y utilización de regímenes de aislamiento en contraposición a estándares internacionales.
Viejos problemas en la Modelo
A propósito del informe de la CIDH fue enviada una carta a organizaciones de derechos humanos como a la CPDH con copia a LA PRENSA y a nombre de los reos de la Cárcel La Modelo en la que señalan una serie de problemas que enfrentan. Entre los que mencionan la falta de abastecimiento de agua, el problema crónico de la alimentación y de atención de salud, entre otros.
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Por ejemplo, menciona el escrito que en ese penal “sólo existe un puesto de agua por galería en la que habitamos 800 reos o más y solo abren la llave dos horas quedando casi siempre muchos reos sin agua para tomar”.
Igualmente describe que la comida que reciben además de ser en pequeñas raciones, “en ocasiones ya la traen descompuesta y con residuos de cucarachas y mosca”.
“Nada de esto es nuevo, nosotros lo hemos denunciado”, sostuvo el asesor legal de la CPDH, Pablo Cuevas.