El chinandegano Vicente Padilla, sin discusión el mejor pelotero en la historia del beisbol nicaragüense después de Denis Martínez, tendrá un lugar merecido en la galería de inmortales del Salón de la Fama del Deporte Nicaragüense.
Padilla saltó de las bananeras chinandeganas a las Grandes Ligas y su enorme talento fue bien recompensado, más que a ningún otro atleta en la historia de nuestro país, amasando una fortuna de 52 millones de dólares en salario, de acuerdo a Baseball Reference, en 14 temporadas en la MLB, de 1999 a 2012, incluyendo un contrato de tres años y 32 millones de dólares con los Rangers de Texas de 2007 a 2009.
Figura mundial de beisbol
Ganador de 108 partidos, con cinco campañas de 10 o más victorias y una invitación al Juego de las Estrellas en 2002, para muchos Padilla no desarrolló todo su potencial. Aunque fue un impacto para nosotros, tenía el talento para ser una figura mundial del beisbol.
Vicente asomó en el beisbol nacional con Chinandega en 1996 y dos años más tarde, con la Selección Nacional en los Juegos de Maracaibo, fue firmado por los Diamondbacks de Arizona. Padilla se reportó al campamento de las Ligas Menores del equipo en marzo de 1999 y en un meteórico ascenso, el 29 de junio de ese mismo año, debutó en Grandes Ligas.
También jugó en la Liga de Beisbol Profesional de Nicaragua y lanzó por última vez con la Selección Nacional en los Juegos Panamericanos de Winnipeg en 2015.
Faltan tres
El Salón de la Fama del Deporte Nicaragüense abrirá sus puertas a 10 nuevos miembros en una ceremonia de exaltación, el 11 de junio.
Hasta el momento hay siete candidatos, cuyo último paso es la ratificación de la Asamblea del Salón de la Fama, y son: Vicente Padilla, George Wehmeyer y Jorge “Conejo” Hernández, del beisbol.
Además de Emerson Flores (futbol), Fanny Solís (baloncesto), Renzo Bagnariol (personalidad) y Martín Guevara (ajedrez).