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Vivir la vida depende de ti. Foto: LA PRENSA/Thinkstock.

Vivir la vida y saber vivirla

Si nos preocupáramos por estar en modo consciente en cada repuesta que damos a los acontecimientos o vaivenes que nos corresponde vivir, nuestra forma de vida sería de mayor calidad

Donde yo me encuentre mi mundo está diseñado de un continuo océano de emociones, vivencias espectaculares, experiencias cumbres que inundan pletóricamente todo mi ser. Rendirle homenaje a la vida y la gran oportunidad de ser parte del infinito amor que ella nos envuelve, a Dios gracias.

El mundo emocional varía de un individuo a otro, pues cada quien vive de acuerdo con las enseñanzas que ha recibido y que ha estructurado según su conveniencia. Muchas veces lo hacemos de manera errada, pues creyendo que el adecuado modo de llevar la vida es haciéndose daño o hacérselo a los demás, actuamos de forma inconscientes el 95 por ciento de cuanto hacemos, es inconsciente, esto según estudiosos del comportamiento de la Neurociencia, y solo el 5 por ciento es consciente.

Si nos preocupáramos por estar en modo consciente en cada repuesta que damos a los acontecimientos o vaivenes que nos corresponde vivir, nuestra forma de vida sería de mayor calidad.

Foto: LA PRENSA/Thinkstock.

Por ejemplo, si estoy siempre lista para atacar o defenderme, estaré en una continua lucha de emociones destructivas que me harán sentirme desdichada y a los que tengo a mi alrededor, diferente es cuando nos preparamos, pensando en que soy responsable de mis actuaciones y las haré de forma más inteligente, o sea recurrir a las emociones positivas que son tan fáciles de identificar y de elegir con cuántas de ellas decido que me acompañen en mi diario vivir.

Puedo decir desde que me despierto este es un lindo día, lo viviré intensamente, reiré, abrazaré al mundo con mis caricias de sonreírles a todos los que me rodean, seré amable, trataré de dar las mejores respuestas, con tono suave, con amabilidad, ser generoso, esto hará que mi día transcurra de forma más sana, más saludable, y si todos los días hacemos esto pues ya habremos logrado que se establezca en nosotros una forma diferente de vivir la vida.

Innegable es, que retos y obstáculos siempre habrá pero la divina y maravillosa sorpresa es; que la vida vale la pena vivirla y llevarla bien. Siempre agradecida por sus mensajes a mi correo [email protected].

 

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