Monseñor Oswaldo Azuaje, obispo del Estado de Trujillo y miembro de la Conferencia Episcopal de Venezuela, aseguró a LA PRENSA, vía telefónica, que esa nación es gobernada por una “narcodictadura que saquea el país” y que nadie sabe el destino de miles de millones de dólares por la falta de control.
El obispo expresa que su país, además de una profunda crisis política, también atraviesa una grave crisis alimentaria, la cual ha provocado que la oposición política y la sociedad civil se mantengan protestando en las calles.
De acuerdo con el prelado, su país es gobernado “por una narcodictadura cívico-militar, o sea, la asociación de algunos civiles con los militares que se apoyan y se tapan y todo lo demás”.
El punto de quiebre
Azuaje sostiene que el intento del presidente venezolano Nicolás Maduro en marzo pasado, de quitar poderes a la Asamblea Nacional, dominada actualmente por la oposición política, ha sido desde entonces “el punto de quiebre” para que la crisis política en ese país se agrave, sumado a la reciente propuesta de una Constituyente, lo que ha permitido que, tanto la oposición política como la sociedad civil, se mantengan indefinidamente en la calle, rechazando la propuesta del mandatario, al considerar que esta violenta la Constitución.
“Hay varias faltas que este régimen ha cometido en contra de la Constitución, como por ejemplo, elegir un Tribunal Supremo fuera de los reglamentos y de las leyes y fuera del espíritu de la Constitución. Entonces, el fin de anular de alguna manera nuestro congreso, representado por la oposición, no cayó bien en nuestro país, porque evidentemente daña a la Constitución”, expresó Azuaje.
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Obispos piden respetar Constitución
Recientemente, la Conferencia Episcopal de Venezuela levantó la voz ante el anuncio de Maduro de impulsar una Constituyente, haciéndole ver que “lo que más necesita el pueblo venezolano es comida, medicamentos, libertad, seguridad personal y jurídica y paz”, pero le advirtió además que “Venezuela no necesita reformar la Constitución, sino cumplirla”.
Los obispos expresaron, además, que la reforma de la Constitución “es innecesaria y resulta peligrosa para la democracia venezolana, para el desarrollo humano integral y para la paz social, pues el objetivo fundamental de dicha Asamblea es ‘constitucionalizar’ el ‘Estado Comunal’”.
En ese sentido, para el obispo de Trujillo, en Venezuela hay un rechazo muy grande por la Constituyente que propone Maduro.
“Ante todo este desastre que hemos estado viviendo desde hace más de un mes, la propuesta es casi como volver a la misma que hizo (Hugo) Chávez en el 2007, de un Estado comunal o socialista y hay un rechazo muy grande, por ejemplo, en esta semana habrá manifestaciones en contra de esa Constituyente, por la defensa de la Constitución y realmente la oposición se ha organizado mucho. Prácticamente la oposición ha tomado la iniciativa en todo”, dijo Azuaje.
Los responsables de la crisis en Venezuela
Por toda la crisis que vive Venezuela, un país rico en petróleo, a juicio del obispo Azuaje, “el mayor responsable (de la crisis venezolana) es Maduro como presidente y su camarilla; entre ellos está Diosdado Cabello, que ha sido realmente un personaje gris, él nos aborrece a los obispos, nos odia a los obispos, también el que ha sido gobernador del Estado Aragua, Tareck El Aissami, que tiene nombres y apellidos árabes, quien también es otro personaje gris y luego el actual ministro de Defensa, Padrino López, quien también es un gran culpable de lo que está pasando”.
El religioso asegura que la Iglesia católica no tiene una solución a los problemas porque “la crisis ética y moral del país es muy fuerte”.
“Nosotros no podemos sacarnos de la manga una solución, pero podemos guiar y orientar, porque la corrupción que ha vivido este país ha sido algo inaudito e inauditable, ¿por qué? Porque sencillamente no hay manera de saber por qué no ha habido controles, pero se habla de miles y miles de millones de dólares que nadie sabe qué pasó con ellos”, cuestionó Azuaje.
Visión crítica, pero constructiva
Monseñor Oswaldo Azuaje sostiene que la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) ha sido crítica pero con una visión crítica ante la crisis del país.
“Todos los comunicados, todas las exhortaciones que venimos haciendo los obispos en estos últimos 18 años, sobre todo en las situaciones más graves del país y sobre todo los hechos del 2002, el intento de golpe de Estado, los obispos hemos tenido una visión crítica, pero constructiva del país; lo que pasa es que el Gobierno se ha puesto más sensible y entonces cualquier crítica que se le hace es sencillamente una postura de oposición, incluso partidista de la Conferencia Episcopal”, señala el religioso.
Autoritarismo creciente
El obispo Oswaldo Azuaje es claro en afirmar que Venezuela vive “un autoritarismo cada vez más creciente”, en la que todo se maneja por cuestiones ideológicas y en donde “no existe la libertad económica”. “Nadie puede entender que un país tan rico hoy esté pasando lo que está pasando, donde no hay industria, no hay suficiente producción, donde todo es excesivamente caro y tienes que conformarte con lo que hay y si no, te callas la boca”, indicó el religioso de la orden Carmelita.