Los arrestos arbitrarios, prolongados y seguido de ocultamiento, prevalecen en las celdas de El Chipote. Y en su mayoría los testimonios de quienes se atreven a denunciar coinciden que han sido víctimas de tortura, consideran defensores de derechos humanos.
El secretario de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, conoció que algunos de los detenidos actualmente en el Chipote, llevan meses recluidos en esas celdas.
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Carmona deduce que a esa cárcel ahora son conducidos hasta por “robos domésticos”.
Para el director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión, el hecho de llevar a una persona a El Chipote, “juega un papel psicológico”, sobre todo por el aislamiento al que son sometidos.
Esas celdas que operan como un centro de detención nacional, “está destinado para tortura”, considera Carrión.
En ambas organizaciones han recibido denuncias en las que las víctimas han afirmado que han sido torturadas incluso con choques eléctricos. Carrión recuerda el caso de Leonel Santana, un joven que denunció que la Policía pretendía obligarlo a que testificara en un caso en el que no había estado presente. Y al negarse le habrían practicado choques eléctricos. Luego Santana apareció incriminado en un hecho delictivo.
En cambio en la CPDH se registró la denuncia de familiares de Carmelo Calonge, investigado por la muerte del crimen del jefe de la Policía de Boaco, Buenaventura Fitoria, quien denunció el año pasado “que lo tiraban en una silla eléctrica”, sostuvo el asesor legal de la CPDH, Pablo Cuevas.
A Gonzalo Carrión le llama la atención que en mucho de los casos de los presos que son llevados a esas cárceles, los hacen cambiar su forma de opinión.
Es más, Carrión señaló que los detenidos que son conducidos a El Chipote, no tienen asistencia legal, pues cuando están en período de investigación si los abogados no tienen posibilidad de ingresar a las diferentes unidades , mucho menos a esa cárcel.
A su vez, el funcionario del Cenidh mencionó que a los presos que son conducidos a El Chipote, por la vía de hecho y con el consentimiento de operadores de justicia, la Policía le ha extendido el plazo establecido por la ley de 48 horas para que sean puesto ante un juez, irrespetando de esa forma sus derechos y garantías.
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personas permanecen a la fecha, detenidas por diferentes causas en las celdas de El Chipote, según conoció el secretario de la Comisión Permanente de Derechos Humanos, Marcos Carmona.
Casos conocidos
Por las denuncias que reciben en el Cenidh, Gonzalo Carrión concluye que los policías “con esos métodos ilícitos y violatorios de derechos humanos procuran construir y esclarecer los casos con los mismos detenidos”.
Como ejemplo de los encierros prolongados está el caso de los detenidos de Mina El Limón, que permanecieron detenidos en ese lugar más de 70 días.
En ese caso, dice Carrión “los torturaron”, y precisa que uno de los detenidos les contó que permanecía de pie en una celda en la que no alcanzaba acostado, por lo que cuando se quedaba dormido se golpeaba contra la pared.