El incremento del dos por ciento que aprobó el Instituto Nicaragüense de Energía (INE) en la tarifa, que se aplicará a partir de junio, a juicio de José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), es menor al calculado, ya que por los costos actuales de los combustibles y sus derivados, pudo haber superado el 6 por ciento.
No obstante, reconoció que indudablemente habrá un impacto en el sector, porque “nadie quiere pagar más, esa es la realidad. Entonces en este sentido hay una alza y va a tener un impacto, pero lo positivo es que hemos logrado que ese impacto sea menor al que los números reflejaban”.
El aumento en la tarifa lo anunció la mañana de este jueves el nuevo presidente del INE, el general en retiro Oscar Mojica Obregón, en una conferencia de prensa a la que no fue invitada LA PRENSA.
En la actividad, Mojica Obregón aseguró que el alza no aplica para las más de 810,000 familias nicaragüenses que son beneficiadas con el subsidio por consumir menos de 150 kilovatios y asimismo que en el resto del 2017 no habrá otra variación.
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Por qué se aprobó alza
En la conferencia se justificó el alza por el precio del búnker. “En septiembre del 2016, cuando el precio del búnker estaba en 32 dólares, Nicaragua fijó la actual estructura tarifaria; sin embargo, entre septiembre del 2016 y el día de ayer (anteayer), 10 de mayo del año 2017, los precios del petróleo y del búnker, particularmente, han pasado de 32 dólares a 42.5 dólares. Esto significa que se ha incrementado el precio del búnker en un 28 por ciento”, recalcó Mojica Obregón.
Según él, tales variaciones impactan “porque aunque hemos mejorado la generación de energía por fuentes renovables, aún nuestra matriz energética tiene un 40 por ciento de generación térmica”, argumentó.
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Incremento, la salida fácil
Aunque desde inicios del año se manejaba que el INE autorizaría un incremento, Juan Carlos López, miembro del Centro Jurídico Social de Ayuda al Consumidor, lamentó que se haya realizado sin hacer el esfuerzo por buscar alternativas para no perjudicar el bolsillo de los consumidores.
“Lo más fácil es aumentar la tarifa, porque simplemente cargás al sector semiindustrial y pyme (pequeña y mediana empresa). Lo recargás a un sector determinado para que pueda paliar estos aumentos y sobre ellos va a recaer”, indicó López.
La opción que él recomendaba, en vez del incremento de la tarifa, era reformar el pliego tarifario. “Si reformás la estructura tarifaria, punto por punto y podés unificar determinados sectores productivos, aquí tendrías una rebaja de entrada”, agregó el defensor de los consumidores.