La abogada y defensora de derechos humanos, Aydil del Carmen Urbina, denunció en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), la detención ilegal y la violencia extrema que sufrió por parte de agentes policiales de la subdelegación policial en el Reparto Schick, el pasado 7 de mayo donde permaneció 64 horas, por reclamar por la violenta detención contra un vecino.
Junto a Urbina la Policía detuvo también a una hija suya de 16 años.
“Me sentí una criminal”, asegura la denunciante, quien relató la forma agresiva y estigmatizada con que fue tratada desde que fue arrestada, hasta el tiempo que permaneció en las celdas, donde dijo no había servicio higiénico ni agua. Durante ese tiempo la defensora de derechos humanos denunció que fue víctima de “los tratos más denigrantes”.
Urbina relató que salió de su casa a observar cuando los oficiales “golpeaban salvajemente a un joven que a mis ojos no había cometido ningún delito”.
Lea también:Departamento de Estado señala abusos de la Policía nicaragüense
El hecho de haber advertido a los policías que el joven que detenían tenía derechos humanos fundamentales, aunque hubiese cometido un delito, motivó que los policías pretendieran agredirle a ella y a otras personas. Poco después les advirtieron que si no se iban a su casa los llevarían presos, pero Urbina reaccionó diciéndoles que tenían el derecho a libre movilización, lo que causó que una policía mujer descendiera de la patrulla, la esposó y le aplicó una llave en el cuello con lo que la sometió, con lo cual dice que sintió que la asfixiaba y aunque le pedía que la soltara esta la arrastró por la fuerza.
“Por momentos sentí que me iba a morir, no me entraba el aire; yo sentía que no podía respirar”, relató Urbina, quien considera que de no haber sido por la intervención de su hija, que se le abalanzó a la policía para que la soltara, “esa mujer me hubiera matado”.
Ya en la subdelegación la misma oficial la arrastró tomándola por la fuerza del cuello y la lanzó al suelo en un pasillo, hasta quedar inconsciente. La mandaron al hospital ante el pedido de otros presos, pero señala que uno de los oficiales dijo:”déjenla que se muera para que no ande hablando m…”. De regreso a la subestación policial asegura que fue objeto de una serie de atropellos verbales y psicológicos.
“Me violaron la presunción de inocencia”, aseguró Urbina, que agregó que a todos los abusos que fue víctima se sumó la prohibición de que tuviera asistencia legal.
Patricia Orozco, por la Iniciativa de Defensoras de Derechos Humanos, denunció que antes de ser liberada, Urbina fue amenazada por la Policía con solicitar que le sea retirado el carné de abogada.
Condenan arresto
La Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de Derechos Humanos emitió un alerta por esta situación, condenó la detención arbitraria y el injustificado uso de la fuerza en contra de Urbina.
La Iniciativa exige al Estado de Nicaragua que cese cualquier acción de criminalización en contra de Urbina y reitera preocupación por las recientes agresiones del Estado contra mujeres defensoras.
La abogada del Cenidh, Wendy Flores, expresó que el hecho de que las personas reclamen por sus derechos la respuesta no debe ser con más abuso.
Flores señaló que el Estado de Nicaragua debe poner en práctica lo ordenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso de María Luisa Acosta, de crear un protocolo de protección para los defensores de derechos humanos.
De contar con ese mecanismo, indicó la abogada del Cenidh facilitaría los trámites cuando un defensor de derechos humanos está en una situación de riesgo, de amenaza o de agresión. En el caso de Urbina, los agentes conocían que era una defensora de derechos humanos y Flores estima que esto agravó su situación.
Lea además: Excomisionado denuncia supuestos abusos de la Policía