956Para rescatar al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) del déficit económico que amenaza con colapsar al sistema de Seguridad Social del país, urge tomar medidas de ahorro y separar el populismo de la administración pública, estimó Roger Murillo Sandoval, consultor en Seguridad Social y exgerente de Estudios Actuariales de la Superintendencia de Pensiones y del INSS.
Según Murillo, una de las primeras reformas al INSS debe ser la revisión y aplicación del artículo 55 del reglamento de la Ley de Seguridad Social de Nicaragua, el cual en su artículo 55 establece que el derecho de pensión reducida de vejez debe aplicarse a trabajadores que empezaron a cotizar al haber cumplido 45 años de edad.
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“En este caso deberá haber cotizado la mitad del tiempo comprendido entre la fecha de su incorporación y la fecha del cumplimiento de la edad, cortes pendiente o de la última semana cotizada con posterioridad con un mínimo absoluto de 250 cotizaciones semanales”, repite Murillo citando la Ley.
Compactar al Estado para ayudar al INSS
“Este artículo se pensó en 1956, cuando se realizó la Ley del Seguro Social, para que los trabajadores mayores de 45 años que ingresaran y por razones de salud, laborales o de otro tipo no pudieran continuar cotizando, tuvieran el respaldo del INSS; pero nunca más fue modificado y se sigue aplicando a todos los trabajadores, sin respetar el espíritu que establecía, que era exclusivo para mayores de 45 años”, interpreta Murillo.
Tomar al pie de la letra esta interpretación, según las estimaciones de Murillo, excluiría al INSS de pagarle sus pensiones reducidas a más de 30,000 personas que actualmente lo reciben.
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Otras opciones, estima Murillo, es crear un nuevo impuesto que no afecte a los trabajadores y crear un fondo para trasladar ese gasto por pensión reducida al Estado, así como crear un sistema escalonado de pago único a quienes reciban pensiones reducidas menores.
“Todos estos cambios requieren una reducción del Estado y eso es algo factible, porque aquí hay instituciones que perfectamente pueden ser compactadas y no ocurriría nada trascendental en el funcionamiento del país”, dijo Murillo.
Además, el experto considera que debe hacer una revisión de los gastos administrativos que se han elevado bajo los 10 años de administración del actual presidente ejecutivo Roberto López, y reducirlos gradualmente.
Propuesta del FMI enterraría a mayoría
De lo contrario, estima el exconsultor del INSS, de aprobarse las propuestas del FMI planteadas al Seguro Social (de elevar la cantidad de cotizaciones de 750 a 1,500 y postergar la edad de retiro de los 60 años a los 65) “estarían enterrando a la mayoría de los actuales cotizantes, porque menos del 10 por ciento cumpliría las condiciones de retiro”.
Murillo asegura que el anuncio del presidente ejecutivo del INSS, Roberto José López Gómez, de que el gobierno no está contemplado aplicar las propuestas del FMI es “temporal”.
“Si a un cañero que trabaja en la zafra medio año, le tarda 30 años en llegar a las 750 cotizaciones, si acaso sobrevive a las condiciones difíciles de su oficio, con una imposición de 1,500 cotizaciones le tomará 60 años alcanzar la cifra de jubilación”, estima.
“Tengo cifras e investigaciones de varias etapas del Seguro Social que te indican el comportamiento de las pensiones de vejez: de cada 100 trabajadores que se inscriben en el Seguro Social desde 1956 hasta 2004, en promedio, solamente el 30% logra llegar a los 60 años y con las cotizaciones mínimas para jubilarse. Si se aumenta ahora mismo a 65 años y 1,500 cotizaciones menos del 15 por ciento logrará jubilarse con una pensión”, precisó Murillo.