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Turismo sostenible y emprendedurismo

Con la decantación del turismo en Nicaragua hacia el turismo sostenible, estas reservas han comenzado a ser rentables económicamente, comprobando que es más rentable preservar, que depredar

En el extremo opuesto de la pesca con bombas que ha venido depredando la fauna acuática y los arrecifes de coral en el pacífico norte y centro de Nicaragua, particularmente en Jiquilillo, una novedosa iniciativa de turismo sostenible tiene lugar en San Juan del Sur con el hundimiento de los primeros dos arrecifes artificiales frente a la bahía el 8 junio del 2014.

Por iniciativa del biólogo marino Fabio Buitrago, la construcción de estos dos arrecifes artificiales de 1.5 metros x 1.5 metros estuvo a cargo de Fincas Acuáticas de Nicaragua y la Escuela de Buceo de Nicaragua, con el apoyo de la Alcaldía de San Juan del Sur.

El proyecto consiste en hundir estas estructuras de hierro y bloques y luego monitorear durante el tiempo como van desencadenando el ciclo de la vida marina, cambiando el entorno en una forma dramática. Esto puede ser constatado por entusiastas de la naturaleza que se sumergen para apreciar el crecimiento de la fauna marina desencadenado en torno a estos arrecifes.

El ambicioso plan de Buitrago consiste en hundir 1,500 de estas estructuras a lo largo de la costa de Rivas frente a sus playas, para que los turistas puedan apreciar la vida acuática en un ambiente controlado durante sesiones de buceo. Cada arrecife artificial cuesta aproximadamente doscientos dólares por lo que Buitrago está apelando a instituciones ambientalistas para llevar a cabo su ambicioso proyecto.

Según la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Sostenible, la pesca con bombas artesanales puede destruir todo alrededor en un rango de tres kilómetros y no solo han reducido drásticamente las poblaciones de peces frente al litoral norte y centro del Pacífico de Nicaragua, sino que también ha pulverizado muchos arrecifes de coral que son los sistemas de reproducción de las especies.

Otro ejemplo de turismo sostenible y emprendedurismo es el que lleva a cabo la Fundación Cocibolca con la preservación para el uso del turismo amigable con el medioambiente de la Reserva Natural Volcán Mombacho (RNVM), ubicada en la cima del imponente volcán del mismo nombre que domina todo Granada, con su paradisíaco Archipiélago de Las Isletas y buena parte del Lago Cocibolca.

Más de 20,000 turistas nacionales y extranjeros visitan la RNVM anualmente y aprecian su biodiversidad que ha sobrevivido a nuestros tiempos gracias a la protección de la Fundación Cocibolca que también promueve anualmente un “Festival de Aves” que consiste en el avistamiento de gran variedad de aves en su hábitat, una actividad diametralmente opuesta a la cacería.

Gracias al esmerado cuido de la Fundación Cocibolca, la Reserva Natural Volcán Mombacho puede ser apreciada en toda su abundante biodiversidad por miles de turistas, en lugar de ser depredada, como otras reservas naturales de Nicaragua cuyas fotos son el testimonio del lamento diario de la naturaleza.

Un trabajo digno de encomio en la función del aprovechamiento de la naturaleza para la promoción del turismo sostenible merece también la Red de Reservas Silvestres Privadas de Nicaragua, agrupadas en una cámara o red de empresarios que representan a 15 reservas naturales ubicadas en propiedades privadas.

Con la decantación del turismo en Nicaragua hacia el turismo sostenible, estas reservas han comenzado a ser rentables económicamente, comprobando que es más rentable preservar, que depredar. Por la extensión solo las mencionaré brevemente con su respectiva ubicación geográfica. Ellas son:

Hato Nuevo, Municipio de El Viejo, Chinandega; Montebelli, Ticuantepe, Managua; Quelantaro, Villa El Carmen, Managua; La Máquina, La Boquita, Diriamba; Concepción de María, Jinotepe; Domitila, Nandaime, Granada; El Tule, Granada; Estancia del Congo, El Menco, Rivas; El Jaguar, Comarca El Mojón, Jinotega; La Sombra, El Tuma La Dalia; Esperanza Verde, Comarca La Chispa, San Ramón, Matagalpa; Finca Punta Mayales, Chontales; Greenfields, Kukra Hill, RAACS; Sábalos Lodge, El Castillo, Río San Juan y El Quebracho, también en El Castillo RSJ.

Estas reservas privadas son operadas por empresarios que optaron por el turismo sostenible y poco a poco han ido viendo la luz del día, a medida que los turistas internacionales y nacionales que las visitan, demandan el contacto íntimo con la naturaleza y valoran su preservación.

Su esfuerzo titánico por el cuido esmerado de la naturaleza ha probado ser rentable y deja un legado en parches de flora y fauna a las futuras generaciones.

El autor es periodista, exministro de Turismo y exdiputado.

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