El reciente anuncio de un incremento del 2 por ciento —a partir del 1 de junio próximo— en el valor de la tarifa eléctrica, es otro golpe que hace tambalear la estabilidad económica de las micro, pequeñas y medianas empresas del país (mipymes).
Sin embargo, representantes del sector aseguran que para mantener la competitividad tendrán que absorber el alza.
Claudia Ordóñez, representante del sector textil vestuario en el Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme), explica que el pago por la factura del servicio eléctrico en ese sector puede representar entre el 25 y 35 por ciento de los egresos, debido a que sus rendimientos están ligados a la maquinaria y tecnología que poseen.
“La verdad es que si seguimos con esta tendencia vamos a salir del mercado y lo que queda es que vengan los productos chinos, porque a este ritmo nos estamos quedando sin ganancias”, manifestó la líder gremial.
“No podemos trasladarlo”
Según Edwin Katín Castillo, directivo de la Unión de Pequeños y Medianos Productores Avícolas, el incremento autorizado por el Instituto Nicaragüense de Energía (INE) a inicios de este mes, no puede ser trasladado al precio final que pagan los consumidores porque las ventas caerían.
“El país está como quebrado, no avanza y las ventas están contraídas”, manifestó Katín, quien explica que por un área de mil metros cuadrados para gallinas ponedoras, que requieren de dos horas de luz artificial diaria para poner los huevos, se pagan 2,500 córdobas mensuales por el uso de la energía.Pero eso va en dependencia porque las gallinas para engorde requieren hasta ocho horas diarias de luz artificial y si a eso le agregamos la cadena del proceso como la matanza y los cuartos fríos, la verdad es que al final no se les puede aumentar”, aseguró el representante avícola.
Asumimos con eficiencia
Los miembros de la Cámara de Cuero y Calzado Nicaragüense (Camcunic), la única salida que ven para compensar el alza, es elevar los rendimientos y ello —según el presidente de ese gremio, Alejandro Delgado— solo se logra con inversión en tecnología.
“Es cierto que va a subir la energía y el sector calzado está en un proceso de tecnificación en el que la energía eléctrica es vital, porque ella le ayuda a obtener esos rendimientos más altos que son necesarios para que las ventas sigan creciendo y hacerles frente a esas estructuras de costos altos”, agregó el empresario del cuero.
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En el sector calzado, según Delgado, el pago por el uso de la energía eléctrica puede representar el 15 por ciento de los costos de producción.
Otro de los inconvenientes que Miguel Duarte, representante de las mipymes en la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), percibe además del incremento a la tarifa, es el hecho de que muchos negocios por falta de conocimiento siguen pagando la tarifa domiciliar y combinan en una misma factura el gasto familiar con el laboral.
“En mi caso con la panadería que tengo en Masaya estoy en tarifa industrial y mi peso de pago de energía eléctrica puede representar apenas el 1 por ciento. Pero el resto de negocios además de estar en sus casas no tienen medidas de ahorro”, manifestó Duarte.
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Lo cierto, según los líderes, es que las mipymes tendrán que absorber ese aumento porque de lo contrario mueren en el camino como establecimientos. “La lógica te dice que lo traslades, pero por más que uno quisiera y ante tanta oferta te limita”, expresó Ordóñez.
El supuesto motivo
En una conferencia a la que LA PRENSA no fue invitada, el nuevo presidente del INE, Óscar Mojica Obregón, justificó el alza por los incrementos en el precio del fuel oil.
“En septiembre del 2016, cuando el precio del búnker (fuel oil) estaba en 32 dólares, Nicaragua fijó la actual estructura tarifaria, sin embargo, entre septiembre del 2016 y el 10 de mayo del año 2017, los precios del petróleo y del búnker (fuel oil), particularmente, han pasado de 32 dólares a 42.5 dólares. Esto significa que se ha incrementado el precio del búnker (fuel oil) en un 28 por ciento”, recalcó Mojica.
Tales variaciones impactan “porque aunque hemos mejorado la generación de energía por fuentes renovables, aún nuestra matriz energética tiene un 40 por ciento de generación térmica”, argumentó.
Otro punto en el que coinciden los dirigentes gremiales es que el INE no está tomando en cuenta la particularidad de sectores sensibles como las mipymes.
La disparidad en la baja
Cabe recordar que entre 2015 y 2016, en el país se había aplicado una rebaja acumulada del 16 por ciento en la tarifa de energía eléctrica, a pesar de que el precio promedio del fuel oil —principal materia prima para la producción de energía térmica— se desplomó.
En 2014 el precio promedio del barril de fuel oil fue de 88.4 dólares, cifra que se redujo a 40.1 dólares en 2015 y en 2016 cerró en un promedio de 37.5 dólares por barril, según el detalle de la evolución mensual de generación eléctrica y factura petrolera que registra el Banco Central de Nicaragua (BCN), lo que representó una caída de 57.6 por ciento en 2016 respecto a 2014.
Sin embargo, la tarifa energética en Nicaragua tuvo tan solo una rebaja de 10 por ciento en abril de 2015, luego a inicios del 2016 se aplicó un 4 por ciento, en abril del mismo año el 1 por ciento y en agosto otro 1 por ciento.
Un pago diferenciado
Ante el reciente anuncio del incremento, las empresarias del país y el Conimipyme reiteraron la propuesta de establecer un pago diferenciado para las mipymes.
“La REN (Red de Empresarias de Nicaragua) en diversas ocasiones ha destacado la significativa repercusión negativa que el alza en los costos de energía tendría para los negocios en manos de mujeres, ya que ese sector es de suma sensibilidad para los sectores donde ellas se desempeñan mayoritariamente, como son servicios, panadería y manufactura ligera”, indica un comunicado divulgado por la organización.
La presidenta de la REN, Blanka Callejas, cree que ese aumento del 2 por ciento fue anticipado y que traerá efectos negativos en el mercado local.
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Ordóñez coincide en que debe establecerse un pago diferenciado para evitar afectaciones a las mipymes.
Consumo facturado
3.29 millones de megavatios/hora se consumieron en el 2016 en Nicaragua entre todos los sectores que demandan energía eléctrica, reflejan las cifras que publica el Banco Central de Nicaragua (BCN). La cifra es superior a los 3.11 millones de megavatios/hora de 2015.
1.18 millones de megavatios/hora fue el consumo del sector residencial durante el 2016, el que mayor participación tuvo durante todo el año, indican las estadísticas del BCN. Mientras que en 2015 fue 1.10 millones de megavatios/hora.
271,300 megavatios/hora consumió el sector residencial, comercial, industrial, de irrigación, bombeo y alumbrado público durante enero de 2017, muestran las cifras oficiales.
¿Y los consumidores?
Algunos organismos de defensa al consumidor están inconformes con que el precio de la tarifa energética se negocie únicamente entre el Estado representado por el Gabinete de Energía y los empresarios de la Cámara de Energía de Nicaragua (CEN).
Juan Carlos López, coordinador del Centro Jurídico Social de Ayuda al Consumidor, considera que al estar en manos de los negociadores el control de la generación, no puede haber objetividad en las decisiones.
“La mesa de diálogo se ha convertido en un contubernio con la empresa privada y el Gobierno y no debe ser así, de hecho quien debe promover las tarifas deben ser Disnorte y Dissur (los distribuidores) y aquí en ningún momento los hemos visto, prácticamente el modelo se ha distorsionado porque ellos están poniendo el precio, cuando la generación está en manos de Alba Generación y la empresa privada”, dijo López a LA PRENSA.