Una canasta adornada de flores y olorosos mangos, llevó este 24 de mayo, a los pies de la Virgen María Auxiliadora, la señora Grethel Avilés, con el agradecimiento de haber recibido el milagro de sobrevivir a un tumor que se le alojó en el estómago.
Han pasado tres años desde entonces pero la devoción a la bella imagen de la virgen María, en la advocación de la Auxiliadora de los Cristianos, sigue viva en esta granadina que con mucho fervor participa de la fiesta principal de la imagen.
“Antes de ser operada, dedicaba mi tiempo a orar y rezar el rosario a la Virgen, después del diagnóstico maligno que había dado un médico a mi esposo, pero la cirugía fue exitosa y aquí estoy dando mi testimonio”, dijo la señora.
Este miércoles, la capilla dedicada a la “Chilito”, fue colmada de fieles a las cinco de la tarde, para el rezo del santo rosario y luego los oficios religiosos vespertinos. La procesión de las ofrendas acostumbrada a las tres de la tarde, antecedió ese acto litúrgico. El pueblo mariano se congregó en el mercado municipal para salir en dicha procesión, actividad que mantiene la expresión más viva de la devoción a la bella imagen.
En este recorrido se observa a madres de familia con sus tiernos hijos vestidos con ropa típica y cargando frutas, escobas y alimentos diversos, adornados con lazos de colores y flores para dejarlos a los pies de la imagen en el altar mayor de la capilla dedicada a la “Chilito”.
“Cuando salí embarazada, me diagnosticaron la enfermedad de toxoplasmosis y los médicos me dijeron que era un gran riesgo traer al mundo a mi hijo porque podía salir defectuoso, pero le pedí tanto a la virgencita que me ayudara y mi niño salió sanito y aquí estamos pagando la promesa de vida”, expresó Luz Marina Espinoza.
La fiesta a María Auxiliadora, inició el pasado 14 de mayo con la bajada de la imagen. Del 15 al 23 se realizó el tradicional novenario, acompañado de predicas, rosarios, dianas, misas y procesiones. Este miércoles monseñor Jorge Solórzano, obispo de la diócesis de Granada, presidió la misa solemne en la mañana, junto al clero diocesano.
La bella capilla adornada de rosas blancas fue rebasada de fieles desde la madrugada. La fiesta religiosa culmina este 31 de mayo con la colocación de la imagen en su altar mayor.