El Barcelona buscará hoy (1:30 p.m.), en el madrileño Vicente Calderón, cerrar un ciclo con un nuevo título —sería el noveno en las tres temporadas que ha estado Luis Enrique Martínez como entrenador— ante un Deportivo Alavés que persigue el sueño de levantar la Copa del Rey en su primera final de la competición.
Para el Barcelona, rey de Copas con 28 títulos, será su trigésimo novena final —cuarta consecutiva— y, de lograr la victoria, encadenaría tres temporadas levantando el trofeo del KO.
Intentará hacerlo el conjunto azulgrana sin Sergio Roberto, un fijo en el lateral derecho, ni Luis Suárez, ilustre miembro del tridente ofensivo, ya que ambos están sancionados.
Regresará al once Gerard Piqué, que volverá a formar pareja en el eje de la zaga con Samuel Umtiti, tras superar un virus intestinal que le ha tenido dos semanas de baja. Jordi Alba completará la línea defensiva en la lateral izquierdo.
Llega a esta final el Barcelona con la sensación de que el título copero es el último bálsamo que le queda para curar las heridas de este curso, donde no ha sabido competir lejos del Camp Nou cuando llegaron los cruces en la Liga de Campeones y ha desaprovechado, indolente, la ocasión de reeditar el título de Liga.
Un estado de ánimo diferente al del Deportivo Alavés que afronta su primera final copera en sus 96 años de historia, la segunda tras la disputa de la final de la Copa de la UEFA ante el Liverpool hace 16 años en Dortmund (Alemania).