La rutina es la misma todos los días: nos despertamos, nos metemos al baño y nos aplicamos el desodorante antes de vestirnos. Sin embargo, la Sociedad Internacional contra la Hiperhidrosis aseguró a Buenavida, del diario El País, que es mejor aplicar el desodorante por la noche. Los desodorantes actúan introduciendo elementos en las entradas a los conductos de las glándulas sudoríparas. “Una vez ahí, forman cristales que taponan parte de los poros”, explican los doctores David M. Pariser y Angela Ballard. Por esto, los antitranspirantes ejecutan mejor su tarea durante el sueño, ya que la piel está completamente seca y la penetración es mayor, puesto que la humedad más bien entorpece su labor. “Aunque la ducha de primera hora de la mañana arrastre algunos residuos de la superficie de la piel, muchos milímetros más abajo el conflicto estará contenido y así debería permanecer durante las 24 horas que promete el desodorante”, dicen los expertos.
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