Erasmo Ramírez fue un desconocido frente a Texas anoche. Su actuación en el Globe Life Park en Arlington, Texas, no será recordada por su dominio de la zona de strikes, sino porque lo que tiraba al plato, le era regresado en forma de sencillo, doble o jonrón.
El rivense fue duramente agredido por Texas y salió sin decisión, luego de 2.1 episodios en los que le cosecharon cuatro carreras, le conectaron seis imparables, uno de ellos el cuadrangular solitario de Joey Gallo, y lo obligaron a irse a las duchas temprano, viendo cómo se elevaba su efectividad de 2.92 a 3.66, en el partido que Tampa derrotó al final 10-8 a Texas.
Enfrentando a 13 bateadores, Ramírez acertó 31 lanzamientos en el cuadrante de strikes, no fue que llegó con la escopeta con la mira desajustada, hay que decir que sus picheos fueron seriamente descifrados y Texas corroboró la estadística de que el nica es un cliente al que le batean de por vida arriba de los .280.
Al ataque
Hace dos noches frente a Minnesota, Erasmo había lucido pletórico trabajando una entrada, ponchando a dos y atribuyéndose juego salvado, pero ayer, la confianza ganada se vino abajo cuando en solo el primer inning le cosecharon tres carreras, por boleto a Shin-Soo-Choo, sencillo de Elvis Andrus, doble de Nomar Mazara impulsador de dos, más sencillo de Adrián Beltré y elevado de sacrificio de Rougned Odor.
Esa entrada la retiró con una rola para doble play de Jonathan Lucroy. Pero lo que parecía ser un desliz, se agravó más en el inicio del segundo capítulo en el que Joey Gallo lo atacó con un cuadrangular solitario, su número 16 de la campaña, aunque retomó la postura retirando en orden a los tres bateadores siguientes.
Elvis Andrus y Nomar Mazara fueron los mejores clientes de Erasmo, ya que le repitieron la dosis en el arranque del tercer episodio con sencillos consecutivos, luego Adrián Beltré fue dominado por escogencia. El mánager Kevin Cash salió con la grúa para sacar a Ramírez del montículo, quien fue relevado por el venezolano José Alvarado.