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La tortuga Paslama es una de las más apetecidas por sus huevos. LAPRENSA/CORTESÍA

Marena aprueba nuevo plan de manejo para Refugio La Flor

Los planes de protección requieren de planes de seguimiento, a través de los que se pueda evaluar el impacto que han tenido las iniciativas implementadas en el ecosistema.

Realizar programas de vigilancia y control en el área es una de las disposiciones generales que establece el Plan de protección y manejo del área protegida Refugio de Vida Silvestre La Flor, aprobado por el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena).

La resolución fue publicada en La Gaceta, diario oficial número 86, teniendo en consideración el dictamen favorable fechado 21 de julio de 2016, emitido por el equipo técnico institucional nombrado por la Dirección de Áreas Protegidas y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP), de la dirección de patrimonio natural del Marena.

La actualización de este plan es vista con buenos ojos por parte del oficial de industrias extractivas del Centro Humboldt, Jurgen Guevara, sobre todo porque es una área protegida que alberga la anidación de tortugas de alto valor ecológico y que se encuentran en riesgo por la extracción de sus huevos.

A pesar que este es un avance, Guevara destacó que, de forma general, los planes de manejo del Sinap están desactualizados. Estos deberían de construirse para ser ejecutados durante cinco años porque es el tiempo recomendado para medir los cambios, efectos e impactos de cómo ha evolucionado un ecosistema o el área natural protegida, explicó el experto.

Uno de los puntos que debería regular el plan son las construcciones de infraestructuras turísticas, ya que debe contar con una fiscalización. Lo ideal sería que esté acorde a lo que establece el plan de manejo y que se haga en el área de amortiguamiento y no en la zona núcleo porque es la zona más conservada.

Respecto a este punto, el Plan establece como acciones no permitidas “la construcción de obras horizontales o verticales que afecten negativamente los recursos de flora y fauna existente dentro de los límites del área protegida”.

Sin embargo, dentro de las acciones permitidas establece el desarrollo de actividades ecoturísticas de acuerdo con la capacidad de carga del área protegida y que sea de muy bajo impacto y cumpla con lo establecido en los reglamentos y normas del Marena.

Debería incluir manejo comunitario

Al ser una zona donde anidan las tortugas, uno de los problemas es la extracción ilegal de huevos por parte de los comunitarios, quienes, desde la perspectiva de Guevara, lo hacen por necesidad porque pueden venderlos y generar ingresos y también los utilizan para su alimentación.

Es por tanto que el plan debería de incluir alternativas de desarrollo comunitario para que estos tengan un manejo sostenible de los recursos naturales, sugirió Guevara. Dentro de las acciones generales, según el plan, sostienen que implementarán procesos de sensibilización y educación ambiental dentro del área protegida y en las comunidades aledañas en la zona de amortiguamiento del refugio, pero no abarca nada de lo que indica Guevara.

Área con gran valor natural

En Nicaragua existen 76 áreas de resguardo. En el caso de La Flor está dividido en tres zonas de manejo: zona de conservación costera, zona de conservación de la biodiversidad y zona de ecoturismo regulado. La zona de amortiguamiento del componente terrestre se divide en dos: subzona de producción sostenible y subzona de protección hídrica.

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