La leche es un alimento súper nutritivo y útil en la cocina. Contiene proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales, más de veinte sustancias nutritivas indispensables para el cuerpo, entre ellas calcio, magnesio, fósforo, sodio, vitaminas A, B2, B12, D.
Ningún alimento le iguala en el aporte y calidad de calcio. Ayuda a la formación de huesos y dientes fuertes, al control del hambre a reponer minerales que se pierden durante el ejercicio y conciliar sueño. Tiene la ventaja que se puede descremar, por tanto, es posible aprovechar todos sus nutrientes sin agregar grasa al organismo.
La dieta DASH, indicada para controlar la presión arterial y otras enfermedades crónicas incluye un buen aporte de lácteos descremados.
Tanto la leche como sus productos son de mucha utilidad culinaria. La leche es un ingrediente básico para salsa, postres, sopas, consomés. Puede emplearse como sustituto de crema. También el yogur y la leche agria tienen estos usos. Esta práctica favorece el consumo de calcio y proteínas en la dieta y disminuye el aporte de grasas saturadas.
Los quesos también son útiles como ingredientes de ensaladas, pastas, sándwiches, repochetas, quesadillas, pasteles, son ideales para gratinar y combinar con vegetales crudos o cocinados.