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María Teresa Sánchez: huésped del olvido

María Teresa Sánchez (1918-1994) es una de las mejores poetas intimistas de nuestra literatura. Su poesía, un canto que alcanza gran altura lírica y emotiva, tiene un sello muy personal y una reconocida calidad.

María Teresa Sánchez (1918-1994) es una de las mejores poetas intimistas de nuestra literatura. Su poesía, un canto que alcanza gran altura lírica y emotiva, tiene un sello muy personal y una reconocida calidad. En ella predominan temas del amor, pesadumbre, tristeza y soledad:

“Sumergida en un inmenso mar de saudades; / estanques grises de mis noches de insomnio / y como gigantes átomos destrozan mis palabras”. /…”todo lo que tenía, lo que amaba, se alejó, se perdió”. / “Nada tengo. Nada es mío. Solo mi suprema tristeza”…/ “el vacío desmedido conmoviéndome de vivir solo de recuerdos”.

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“Hoy he pensado en qué parte del mundo ubico mi tristeza / porque para olvidarlo, ni dormir quisiera, para no soñarlo”…/ “Soy una perfecta huésped del olvido”.

En su poema Los muros del silencio, expresa su dolor de soledad: “¡Oh los dolores íntimos quién los comprenderá!… ¡Quién pudiera tener la fuerza de los astros que rompen sus elipses!  …Ahora mi vida es como una flor, cuyos pétalos caen uno a uno, sin sonidos, entre los dedos de mis manos…”

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También el desencanto con los políticos y la realidad que le rodea da motivos a su inspiración: “Pertenezco a este siglo desgarrado y desgarrador/ Me tocó nacer en este país de golpes de Estado”. / Solo la salva de la consternación y el desaliento su fe en Dios: “La muerte no es el final / sobre el pasado se alza esplendoroso / un reventar de vida”.

En el 2001 (fallecida Sánchez) el Centro Nicaragüense de Escritores publicó el poemario que dejó inédito: Huésped del olvido, título sugerido por el primer poema de la colección.

El poemario tiene una dedicatoria manuscrita que dice así: “A mis muy queridos amigos Rosa Carlota y Carlos con todo cariño, esta es una obra personal hecha para ellos. María Teresa Sánchez”.

Primera mujer de letras

En las letras nicaragüenses Sánchez ocupa un lugar muy singular. Cuando la revista Cuadernos Universitarios de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) publicó en 1975 una antología de la poesía escrita por mujeres, en la breve presentación de Sánchez se dice: “Es la pionera de su sexo en la poesía nicaragüense”.

En los años cuarenta, Luis Alberto Cabrales pudo afirmar, con razón, que Sánchez compartía en ese entonces la supremacía poética centroamericana con Claudia Lars y Clementina Suárez.

La poeta María Teresa Sánchez en sus años de juventud fundó en 1940, el Círculo de Letras. LAPRENSA/REPRODUCCIÓN/ URIEL MOLINA
La poeta María Teresa Sánchez en sus años de juventud fundó en 1940, el Círculo de Letras. LAPRENSA/REPRODUCCIÓN/ URIEL MOLINA

Promotora cultural del 40 y 50

Daisy Zamora en su libro La mujer nicaragüense en la poesía, la incluye junto con Carmen Sobalvarro y Mariana Sansón Argüello, entre las “precursoras” y dice: “Fue la primera mujer nicaragüense que, además de contar con su propia obra, se convirtió en promotora cultural propiamente dicho”.

Además de poeta, Sánchez fue sobresaliente narradora y pintora. Ernesto Cardenal, en su antología Poesía Nicaragüense, dice: “Fue la primera mujer de letras que ha tenido Nicaragua, y su importancia ha sido grande como promotora de la cultura nicaragüense… Durante una larga y fecunda etapa de la literatura nicaragüense —décadas del 40 y 50— su casa fue un centro de reunión de escritores y artistas, y un lugar de conferencias y exposiciones”.

Sánchez —junto a su esposo el escritor, Pablo Steiner— fue la gran animadora de la cultura nicaragüense. El Círculo de Letras Nuevos Horizontes, que ambos fundaron, fue una especie de Ministerio de Cultura no oficial.

Con la Editorial Nuevos Horizontes y la revista del mismo nombre, que en su tiempo fueron los vehículos por excelencia para la divulgación de los nuevos valores de la literatura nicaragüense, llevaron a cabo una labor digna de encomio en aquellos años de tan limitadas perspectivas culturales.

María Teresa Sánchez junto al poeta Pablo Antonio Cuadra en 1952, en la Editorial nuevos horizontes.  LAPRENSA/REPRODUCCIÓN/ URIEL MOLINA
María Teresa Sánchez junto al poeta Pablo Antonio Cuadra en 1952, en la Editorial nuevos horizontes.  LAPRENSA/REPRODUCCIÓN/ URIEL MOLINA

Lugar de encuentros literarios

El Círculo de Letras Nuevos Horizontes fue el lugar de encuentro por excelencia de los escritores e intelectuales de la época, escenario de animadas tertulias literarias, conferencias, recitales, exposiciones, etc.

Muchos valores de nuestras letras, hoy en día consagrados, ofrecieron sus primeros recitales y conferencias.

Cabe recordar, entre otros, a Carlos Martínez Rivas, Ernesto Mejía Sánchez, Manolo Cuadra, Ernesto Cardenal y Pablo Antonio Cuadra.

También el Círculo auspició la histórica visita a Nicaragua del gran poeta republicano español León Felipe.

Además de poeta y promotora cultural, su otra faceta fue la de pintora.  LAPRENSA/URIEL MOLINA
Además de poeta y promotora cultural, su otra faceta fue la de pintora.  LAPRENSA/URIEL MOLINA

Libros y premios

María Teresa Sánchez, nació en Managua un 15 de octubre de 1918, y falleció en 1994. Fundó en 1940, el Círculo de Letras y la editorial Nuevos Horizontes.

Sánchez es, hasta ahora la intelectual que en Nicaragua ha ganado cuatro veces el Premio Nacional Rubén Darío.

En 1945 lo hizo con sus poemas: Certeza, El Soldado del amor desconocido y Las madres de ellos; el Premio Nacional Rubén Darío de Ensayo lo ganó en 1948 con su obra Poesía nicaragüense-Antología; el Premio Nacional de Cuentos en 1957 con su obra El hombre feliz y otros cuentos; y luego, en 1958 obtuvo el Primer Premio Centroamericano de Poesía Rubén Darío con Canto amargo.

Finalmente, en 1985 recibió la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío.

También es autora de los libros: Sombras (1939), Oasis (1943), Canción de los caminos (1949), Poemas de la tarde (1963), Poema agradeciendo a Dios (1964), El poeta pregunta por Stella (1967), y Huésped del Olvido, publicado póstumamente por el Centro Nicaragüense de Escritores en 2001.

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