La Fiscalía de La Fortuna de San Carlos, norte de Costa Rica, pedirá nuevamente ampliar la prisión preventiva contra una banda integrada por cinco personas, investigada en este país usar como esclavas sexuales en bares de la zona a mujeres, en su mayoría nicaragüenses.
Según el Ministerio Público, la audiencia será antes del 2 de julio para que la Fiscalía solicite la prórroga en el Juzgado Penal de San Carlos, pero el nuevo periodo aún se desconoce.
“Eso se conocerá el día de la audiencia, la cual será antes del 02/07 pero aún no (se) tiene fecha definida” para realizarla, explicó al Ministerio Público.
Entre los cinco investigados por el delito de trata de personas está una pareja de hermanos nicaragüenses de apellidos Rivera Carrión. La mujer es naturalizada costarricense, tiene 39 años de edad, y el hombre es de 37 años de edad y con residencia tica. Ambos eran líderes de la banda, según la Policía de Migración de Costa Rica.
Los otros tres detenidos y encarcelados son la hija de la líder de la banda, de 22 años de edad y naturalizada costarricense, así como dos mujeres nicaragüenses de apellidos Hernández Gonzales y Hernández Valle, quienes se encuentran de manera irregular en el país.
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La Unidad de Investigación de la Policía de Migración desarticuló a la banda el 2 de septiembre de 2016 durante tres allanamientos en la Fortuna de San Carlos, Alajuela.
La Fiscalía de La Fortuna confirmó que la causa 16-00156-1185-PE, en la cual se acumula el expediente del caso, se encuentra en la fase final de investigación. Como víctimas se identificaron a cinco mujeres, aunque las supuestas víctimas halladas en los bares en día del allanamiento fueron más.
De momento la fiscal del caso, Natalia Álvarez, prefirió no atender una entrevista con este medio, para evitar detalles que deben resguardarse en esta etapa del proceso.
Habían menores en los allanamientos
En los allanamientos, realizados en el Bar Los Acostados, Bar El Tenampa y Bar Los Horcones, se detectaron siete personas menores de edad, cinco hijos de las posibles víctimas de trata y dos que fueron abordados las órdenes del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
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En la operación policial, las autoridades encontraron a más de 30 mujeres, en su mayoría nicaragüenses, además de costarricenses y una de nacionalidad dominicana. También decomisaron dinero, documentos y teléfonos móviles.
De las 30 mujeres encontradas, 14 eran víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual, de las cuales 11 son nicaragüenses, dos ticas y una dominicana; según informó inicialmente la Fiscalía. Empero, no todas las mujeres decidieron colaborar y el número de víctimas se redujo a 5.
La banda primero descontó 6 meses de prisión preventiva, la cual venció el 2 de marzo del 2017. Luego el Juzgado Penal de San Carlos la amplío 4 meses más, mismos que vencen el 2 de julio próximo.
De acuerdo a la investigación, las nicas eran contactadas en León por Hernández Valle, quien les proponía la oferta de trabajo. Posteriormente, las víctimas eran trasladadas a Costa Rica, de forma irregular. Una vez instaladas en los bares, les indicaban que ellas tenían que desempeñarse como trabajadoras sexuales y no como meseras. A las mujeres se les prohibía salir de los locales, bajo amenazas.
Las mujeres eran drogadas para que mejoraran su rendimiento sexual con sus clientes, según la fiscal del caso, Natalia Álvarez, en declaraciones brindadas en septiembre de 2016.
“Les daban droga para poder dar de alguna forma la talla con todo el trabajo laboral de índole sexual. Ese día (del allanamiento) se logró incautar bastante droga, cocaína”, añadió Álvarez.