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La realidad y el mito

La Quinta Edición de Centroamérica Cuenta ha sido dedicada este año 2017 a Albert Camus y André Malraux, dos de las grandes figuras de la literatura francesa y mundial

La Quinta Edición de Centroamérica Cuenta ha sido dedicada este año 2017 a Albert Camus y André Malraux, dos de las grandes figuras de la literatura francesa y mundial, y sin duda alguna dos de los más grandes escritores del siglo XX.

La Condición Humana de Malraux y El Hombre Rebelde y El mito de Sísifo de Camus son, entre las múltiples obras de su extraordinaria creación, referentes fundamentales del arte de la escritura y del pensamiento de nuestro tiempo.

En esta ocasión, y dentro de los límites naturales del artículo periodístico, voy a referirme a ellos, iniciando con algunas muy breves consideraciones sobre André Malraux, para detenerme un poco más sobre El mito de Sísifo de Albert Camus.

André Malraux es una de las personalidades más relevantes de la historia reciente de Francia, tanto por su obra de narrador y ensayista como por su actitud política que le llevó, entre otras cosas, a combatir al lado de los republicanos en la guerra civil de España. La integración del intelectual con el hombre combativo, hacen de su pensamiento y de su práctica concreta, una forma de unidad de la idea y la acción.

Entre sus obras cabría mencionar: La tentación de occidente; El tiempo del desprecio; La esperanza; Las voces del silencio y La condición humana, esta última la más conocidas de todas.

En su amplia bibliografía se enfrentan temas que tienen que ver con la contraposición de la cultura oriental y la crisis de occidente; la brutalidad del nazismo y el dolor y sufrimiento de las víctimas; la defensa de la libertad del arte y del artista frente a los dogmatismos ideológicos o científicos; el escritor y la creación literaria, para mencionar solo cierto temas abordados en sus escritos.

En medio de sus múltiples libros y de los muchos aspectos en ellos tratados desde la narrativa o el ensayo, resalta como referencia principal la idea de la libertad.

En cuanto a Camus, pienso que en su obra concurren con igual fuerza y profundidad tanto los ensayos filosóficos como los escritos literarios. El extranjero, en el género literario, y El Hombre Rebelde y El mito de Sísifo en el plano filosófico y político, son posiblemente expresiones paradigmáticas que reúnen, en todos ellos, la belleza de la prosa y la profundidad del pensamiento.

La tersura y transparencia de la escritura y la intensidad de la reflexión sobre la vida, hacen de su obra la ética más bellamente formulada.

En su obra resalta el compromiso con el arte y la existencia. Así, comprometido radicalmente con la vida, inicia El mito de Sísifo con esta cita de Píndaro: “Oh alma mía no aspires a la vida inmortal, pero agota el campo de lo posible”.

Rebelde frente a los dioses y frente a la muerte, Sísifo es castigado con un destino sin alternativa. Debe subir la roca del sacrificio hasta la cima para descender de nuevo en un eterno subir y bajar sin esperanzas. Con esa penitencia sin perdón recorre su noche perpetua sin horizonte y sin mañana. Pero Sísifo al reconocer su destino vence al castigo y Camus, de esa manera exilia la esperanza y asume la conciencia.

En otra de sus obras,  L’eté, Camus abjura de la esperanza como el peor de los males que los griegos hicieron salir de la Caja de Pandora. “Yo no conozco —dice— símbolo más conmovedor. Pues la esperanza, al contrario de lo que se cree, equivale a la resignación. Y vivir no es resignarse”.

Extraña filosofía esta, que hace del rechazo a la esperanza sin reconocerlo como resignación, la única realidad habitable y la única posibilidad de ser feliz alguna que otra vez.

Podría pensarse que El mito de Sísifo, que es un ensayo sobre el absurdo, es asimismo un canto a la desesperanza sin desesperación, un homenaje a la conciencia de la fatalidad sin resignación, pues según Camus, aferrados a la idea del futuro perdemos el presente, y a fuerza de sueños y esperanzas perdemos la realidad, pero ¿quién puede vivir sin esperar y esperar sin soñar? ¿Qué realidad se construye sin esperanza y qué vida sin sueños?, preguntaríamos nosotros. Concentrándonos en la reflexión de Camus podríamos decir que la desesperanza de Sísifo es la sepultura de la felicidad posible. No obstante, según Camus, solo se puede ser feliz sin esperanza. Sísifo puede llegar a la meta y encontrar la felicidad “al final de ese largo esfuerzo medido por el espacio sin cielo y el tiempo sin profundidad”.

“Dejo a Sísifo al pie de la montaña —nos dice—… Se vuelve a encontrar siempre su carga”… pero —considera Camus—  “el esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre. Hay que imaginar a Sísifo dichoso”.

Creo que El mito de Sísifo, y en general la obra de Camus, deja abierta muchas posibilidades de interpretación, muchos caminos que indican la ruta y a la vez la forma de proceder de la persona. Si el personaje que Camus recrea en su obra, Sísifo, debe de forma ineludible subir indefinidamente la roca del sacrificio y ser feliz cuando baja sin ella o aun cuando sube con su carga, tal situación, aplicada sobre todo al plano histórico-político, no debe significar resignación.

Tal interpretación, desde mi punto de vista, adquiere un mayor sentido viniendo de Camus cuya actitud política e ideológica fue verdaderamente ejemplar al identificar pensamiento y acción, idea y realidad. Por ello, más bien, podría entenderse su obra como un mensaje enviado a través de Sísifo, en el cual se reafirma la voluntad de lucha aun y cuando las posibilidades que se perciben sean escasas o inexistentes.

El mensaje de Camus, aunque por un lado mutila la esperanza y la ilusión, por el otro, reafirma la necesidad de la lucha y la capacidad de asumir todos los retos y desafíos. Para él en ello consiste la realización del ser humano y su posibilidad de ser dichoso. No obstante, considero, que la esperanza y la fe en el resultado no deben ser abandonadas por la persona y la sociedad, pues ellas fortalecen la lucha y la convicción sobre el sentido de las mismas.

Pienso que la obra de Camus y la de Malraux a partir de sus respectivos puntos de vista, reafirma algunas categorías esenciales a sus escritos: la voluntad de lucha en las complejas circunstancias de la realidad histórica, y la vocación y convicción de libertad en medio de las condiciones adversas que pretenden confiscarla.

Esperemos que esta Quinta Edición de Centroamérica Cuenta, entre otras muchas cosas, sea un estímulo para el estudio y reflexión sobre la extraordinaria obra de Albert Camus y André Malraux, cuyo mensaje se encuentra presente ante las realidades y contradicciones del mundo actual.

El autor es jurista y filósofo nicaragüense.

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