Es raro que a un boxeador le digan que su estilo se parece al del más grande boxeador que ha parido el país y le provoque risa. Esto le ocurre al granadino Nelson Díaz cuando la gente le dice que se parece a Alexis Argüello. “Pues la verdad yo nunca lo vi pelear ni me interesé en ver sus peleas”, dice, francamente. Quizás sea por esto que en su mente no encaja este tipo de comparación.
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Es que Nelson pelea de forma vistosa, pega, se mueve, hace cambio de pies, y cada tanto descarga verdaderos “bombazos”.
“Ahora veo pelear a Román, al ‘Canelo’ (Saúl Álvarez), a otros peleadores, y me gusta el estilo que tienen”, confiesa Díaz, apodado “El Tiburón”, nada más por ser de Granada. Es decir, ahora vive más pendiente del boxeo actual, antes solamente quería ser boxeador y punto, conocer países, personas y que eso le generara dinero para fortalecer su economía casera que califica como “llena de necesidades”.
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Proyecciones
Con 22 años a cuestas, dos de estos siendo miembro de la Selección Nacional de Boxeo y cuatro más dentro en los que aprendió a tirar los primeros golpes y a tejer sus primeras combinaciones, “El Tiburón” Díaz cuenta que entró a este deporte porque quería seguir el ejemplo de una amiga suya y actual miembro del equipo nacional, llamada Raquel Pravia.
“Yo la veía a ella boxear y me preguntaba, si ella puede, ¿por qué yo no?”, va contando Díaz, en el lobby del hotel donde se encuentra hospedado junto a los otros miembros del equipo para competir en el Campeonato Continental Élite de Boxeo, que se celebra por estos días en Honduras, específicamente del 10 al 18 de junio.
“Me decían que para qué me iba a meter en este deporte. Tenía 17 años cuando tomé la decisión de dar un paso adelante. Pero yo les llevaba la contraria y les decía que un día me iban a ver en la Selección, representando al país, y yo me digo que para ser el mejor hay que trabajar bastante fuerte”, apunta.
Entorno familiar
Hijo de doña Gerda Rosa Díaz, de 62 años, y siendo parte de una camada numerosa de nueve hermanos, el muchacho fue el único que se decidió por el boxeo, y ahora, con una pequeña trayectoria construida, ellos son los que le preguntan a “El Tiburón”, “¿qué se siente andar conociendo países?, y yo les digo que son muy bonitos”, comenta y se ríe.
Hace cuatro meses que Díaz abandonó un trabajo como despachador en una distribuidora en Granada. El llamado para estar en la Selección Nacional de Boxeo, ser uno de sus miembros, trabajar durante el año para representar al país en los Juegos Centroamericanos de Managua 2017, fue una oferta a la que no dijo que no, aparte que su economía ha mejorado.
“Yo todo lo que hago es por mi mamá. Me salí de ese trabajo porque ganaba poco y como yo lo que quiero es estar en la Selección, dije no más, y ahora permanezco reconcentrado, trabajando en mejorar mi boxeo. Con la ayuda que me dan, trato de saciar las necesidades en mi casa. A veces siento que me quedo corto, quisiera darle más a ella, pero no puedo”, relata.
“Quiero seguir y ganar la mayor cantidad de medallas que pueda, hacer las cosas bien e irme superando día con día, aunque la gente piense que me parezco a Alexis Argüello”, se ríe, y se pierde en la habitación de su hotel, en Tegucigalpa, el corazón de Honduras.
