La falta de garantías para acceder a un crédito se ha convertido en la principal limitante que enfrentan los emprendedores no solo en Nicaragua, sino también en Guatemala, Kenia (África) y Vietnam (Asia), refleja un análisis de la organización Thriive Nicaragua.
La incapacidad para cumplir los requisitos crediticios empuja a los emprendedores de los cuatro países en mención a la economía informal, detalla el análisis proporcionado vía electrónica por la oficina de esa organización en Nicaragua.
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“Las tasas de interés son muy elevadas. Y (tienen) poco acceso a recurso humano calificado que esté dispuesto a recibir un salario (bajo) que puede pagar una pequeña empresa”, refleja el análisis.
Pero el tema cobra mayor relevancia para Thriive cuando analizan que las pequeñas empresas se han convertido en el mercado más competitivo de los países.
En retroceso
“Ya sea por estrategia económica o de mercado, en los últimos años se ha marcado una tendencia a apoyar o trabajar directamente con ellas (pequeñas empresas)”, dice el análisis.
Pero al analizar la situación del emprendimiento en Nicaragua, se percibe que tanto la calificación como la posición que ocupa en el Índice Global de Emprendimiento de 2017 están en retroceso. El año pasado Nicaragua ocupó el puesto 110 de 132 países evaluados y obtuvo 19.4 de puntaje. Y este año con 137 países analizados, bajó a la posición 129 y obtuvo 12.6 de puntaje.
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En comparación con los otros tres países que Thriive analizó, Nicaragua también está en desventaja, ya que Vietnam ocupa el puesto 87, Kenia el peldaño 107 y Guatemala el puesto 108.
Para revertir esa tendencia negativa que experimentan los emprendimientos en el país, Vanessa Castro, gerente de desarrollo empresarial de Thriive Nicaragua, explica que la educación en temas de negocio es fundamental para el crecimiento de las empresas y no solo el financiamiento.
Educación es fundamental para los emprendedores
“De nada sirve que uno tenga acceso a maquinaria industrial o capital de trabajo si no se está claro cómo se debe manejar el negocio, cómo acceder a clientes potenciales o el manejo financiero del mismo”, sostiene Castro, quien considera que en los últimos años ha habido avances en este tema.
“(Las) universidades han invertido en centros de emprendimiento para sus estudiantes, así como la inclusión de clases en estos temas”, agregó.
Para la consultora y especialista en desarrollo económico, Elizabeth Membreño, se deben reducir las formas de culminación de estudio teórico y fomentar la creación de planes de negocios desde las universidades, pero con respaldo académico para acceder a un mecanismo financiero inicial coordinado entre las universidades y las microfinancieras.
“Las políticas públicas creadas a la fecha y todas las que se pretenden coordinar deben vincular la investigación de mercado por parte de las universidades, fomento de cultura empresarial por parte del sector privado, facilidades para acceso a créditos por parte de microfinancieras y otras instituciones financieras”, también “compartir lecciones aprendidas y difundir la creación de ideas (think-tank) con apoyo de organismos internacionales”, detalla Membreño.
Deben empoderarse
La especialista considera que entre los emprendedores también debe haber “empoderamiento desde sus inicios sobre la economía digital, para que puedan aprovechar y utilizar las facilidades de las nuevas tecnologías de la información”.
Membreño también estima oportuno “continuar con la revisión para reducir los obstáculos en los trámites iniciales para crear empresas y finalmente combinar a la estrategia nacional un marco fiscal de las necesidades de las empresas incipientes y de los emprendedores”.
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Para Verónica Herrera, presidenta de la Asociación Nicaragüense de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), la falta de conocimiento es la principal razón por la que los emprendedores locales no encuentran los créditos necesarios y asegura que las organizaciones que ella representa, han creado una serie de figuras legales para que la principal garantía para un préstamo no sea un activo, sino los planes de negocios.
“Existen microfinancieras dedicadas a brindar créditos a ideas de negocios que no tienen el capital. Sabemos que es riesgoso, pero se les brinda la asistencia técnica necesaria para encontrar la viabilidad del plan y que en el largo plazo esa idea sea rentable y les pueda generar ingresos a los dueños y para el pago”, manifestó Herrera vía telefónica.
Innovar es clave
La experiencia de Asomif con los emprendedores urbanos y rurales los ha llevado a determinar que una persona que recibe capacitación y capital para emprender su negocio paga a tiempo 99 por ciento y el restante uno por ciento solo se retrasa unos días.
“Se ha creído que los emprendedores son una cartera de riesgo, pero nos damos cuenta que sí son buena paga y son más leales al sistema que les ayuda en sus planes de negocios.
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Para Membreño, un factor clave para superar la posición en ese Índice Global y la falta de recursos económicos, es la innovación.
“Se debe crear una conciencia empresarial nacional para ello. No solo es el hecho de crear un negocio, sino establecer un enfoque holístico sobre cómo interactuar, fomentar la responsabilidad social desde sus inicios, y sobre todo apoyar a los pequeños empresarios a encontrar los insumos, infraestructura y capital para crear el valor agregado de sus productos”, sostuvo Membreño.
Sin miedo al fracaso
Para que en Nicaragua como en el resto de países donde el emprendimiento se ha vuelto un motor económico, se afiance la cultura emprendedora, la economista Adela Ubau considera que es necesario superar el estigma que tiene el fracaso y la tan consolidada barrera cultural de aversión al riesgo.
“Urge que los jóvenes superen el estigma que tiene el fracaso. Que no sea visto como el final sino como un paso más dentro de una trayectoria de aprendizaje”.
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Y añade que otra barrera cultural a superar tiene que ver con la elección del emprendimiento como carrera. Esto debido a que tradicionalmente las carreras profesionales a las que la mayoría se postulaban eran medicina o abogacía.
Fondo emprendedor
Thriive es un programa que funciona en Managua, Masaya, Granada, Somoto, Estelí, Carazo y este año en León y Chinandega.
Thriive Capital es diferente al resto de programas de apoyo empresarial porque con el financiamiento dado, se genera un impacto social a través de sus emprendedores. Al tener acceso a este crédito, las empresas saldan la deuda donando un equivalente al monto que les fue financiado de sus propios productos o servicios a comunidades necesitadas.
Desde su inicio en 2010, Thriive ha invertido un total de aproximadamente más de un millón de dólares en pequeñas y medianas empresas en Nicaragua y hasta la fecha ha beneficiado a más de 100 microempresas del país. Recientemente anunció de la apertura de un programa para León y Chinandega en el que los interesados pueden escribir a [email protected] y aplicar hasta el 31 de julio.
