Durante las últimas semanas he estado escribiendo sobre el trabajo que realiza Cosep para generar mayor transparencia para las empresas en su quehacer diario. De hecho, la semana pasada obtuvimos un resultado muy importante en este esfuerzo al lograr que se publicara la Circular Técnica 064/2017 que establece la Fianza por Declaración Aduanera para beneficio de los importadores, la cual podrá ser utilizada a partir del 12 de junio y sobre la que me referiré en un futuro editorial.
Sin embargo, no podía dejar de referirme que en esa misma semana alcanzamos uno de los logros más importantes que hemos tenido en los últimos años en el ámbito del diálogo social al firmar el cuarto acuerdo tripartito consecutivo de salario mínimo para los trabajadores de zona franca. Este acuerdo es de enorme importancia para el futuro del país.
El acuerdo establece un incremento al salario mínimo para los trabajadores de zona franca de 8.25 por ciento para el período 2018-2022, y entrará en vigencia a partir del 1 de enero del 2018 de cada año.
Nunca antes en la historia de las negociaciones salariales del país habíamos tenido un acuerdo con una duración de cinco años. De hecho, nunca antes en la historia de las negociaciones salariales habíamos tenido cuatro acuerdos multianuales de salario mínimo para sector alguno.
Con el acuerdo firmado por las cuatro organizaciones sindicales presentes en zona franca (CST-JBE/FNT, CUS, CUT y CST), las cuatro cámaras que representan a los sectores con mayores inversiones en el régimen (textiles, industria, tabaco y parques industriales), el Mitrab, la CNZF y el Cosep, estamos logrando darle predictibilidad y confianza al principal sector generador de empleo formal del país.
Al firmar este cuarto acuerdo ya son catorce años de estabilidad los que estaríamos garantizando al sector.
Viendo a los actores presentes en la firma de este nuevo acuerdo, muchos de los cuales hemos estado presentes desde la firma del primer acuerdo en el año 2009, reflexionaba sobre cómo habíamos llegado a este momento.
Recordaba que las crisis que enfrentábamos en el 2009, nos hicieron presentar nuestra primera Agenda Cosep el 11 de marzo, en donde comenzamos a desarrollar un esquema de trabajo desde la gremialidad empresarial que permitiera desarrollar una estrategia de incidencia efectiva para impulsar la institucionalidad democrática y el desarrollo económico y social del país.
En particular, recordaba como resultado directo de esta agenda, el primer acuerdo tripartito de salario mínimo que fue el de zona franca el 20 de marzo del 2009, solo nueve días después de la presentación de la agenda, que nos permitió dejar atrás las decisiones unilaterales y de alto contenido político adoptadas en este ámbito en el 2007 y el 2008.
Esa decisión de los actores sociales nos situó desde ese momento en una ruta efectiva para atraer inversión y generar empleos en las empresas acogidas en ese régimen.
En aquel momento del primer acuerdo, el régimen contaba aproximadamente con 69 mil trabajadores y un salario mínimo de 2,367.31 córdobas. Vale la pena recordar que en aquel momento se estaban perdiendo miles de plazas de trabajo en el sector.
Hoy contamos con aproximadamente 115 mil trabajadores y un salario mínimo de 5,044.69 córdobas. Los resultados del diálogo tripartito no solo nos permitieron evitar seguir perdiendo empleo en el sector, sino que nos han permitido incrementar en 66.6 por ciento las plazas de trabajo y en 113.1 por ciento el salario mínimo.
Con este nuevo acuerdo se estima llegar a generar 150 mil empleos y un salario mínimo nominal en el año 2022 de 6,399.09 córdobas. Comparado al 2009, esto representaría incrementos de 117 por ciento y 170 por ciento en empleos y salarios respectivamente.
Cabe señalar que la mayoría de los trabajadores de Zona Franca tienen como parte de su salario, además del salario mínimo y sus prestaciones sociales, un incentivo por producción que aumenta su salario devengado. También el acuerdo incluye otra serie de políticas de incentivos que beneficiarán de manera importante a los trabajadores del sector incluyendo acceso a vivienda, temas de género, salud y alimentación.
Las existencias de estos canales de diálogo nos han permitido diseñar y articular acuerdos que nos han permitido mejorar las condiciones laborales para empresas y trabajadores y resolver conflictos entre los agentes sociales.
Desde Cosep felicitamos a todos los firmantes porque hemos logrado una vez más que prevalezca el diálogo y en consenso por encima del monólogo y el disenso para beneficio de las empresas, trabajadores y el país.
El autor es presidente del Cosep.