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Marvin Saballos Ramírez

Mártires del San Juan y las Malvinas

Doce soldados nicaragüenses muertos en combate, más un número no conocido de heridos fallecidos posteriormente, son los anónimos mártires que cayeron defendiendo la soberanía nicaragüense en el puerto de San Juan de Nicaragua, durante la invasión militar inglesa de enero y febrero de 1848. Son mártires olvidados a quienes la historia y los gobiernos de Nicaragua no le han reconocido su justo lugar entre los patriotas que han construido la nación nicaragüense.

El puerto de San Juan de Nicaragua, fundado por Rodrigo de Contreras en 1539, es uno de nuestros poblados más antiguos y fue un importante punto de tránsito y comercio para la colonia y posterior República de Nicaragua; siempre codiciado por los británicos fue ocupado por ellos en diversas ocasiones y siempre reclamado por la Corona Española y ya en el periodo independiente, por el Gobierno del Estado Nicaragüense. En 1848, con la “fiebre del oro” en California, la ruta de tránsito del Atlántico al Pacífico se hizo muy apetecida, elevando la importancia estratégica del río y puerto de San Juan.

A finales de 1847, el barco de guerra “Alarm” ocupó San Juan del Norte declarando que el puerto formaba parte del protectorado inglés de la Mosquitia. Ante semejante atropello, el Gobierno nicaragüense presidido entonces por el jefe de Estado José Guerrero, emitió una proclama, denunciando: “La ocupación de nuestro mejor puerto… Si la razón y la justicia que nos asisten fueran desatendidas y nuestros derechos estropeados por el poder del más fuerte, la religión, la patria, y aun el interés individual ligado siempre con el general, imperiosamente nos exigen toda clase de sacrificios, para defender dignamente los fueros del Estado”.

En consecuencia, el 9 de noviembre de 1847, quinientos soldados al mando del general José Trinidad Muñoz fueron embarcados desde Granada para atender la defensa del río y puerto, acantonándose en la confluencia del San Juan con el Sarapiquí. El 9 de enero de 1848 se recuperó el puerto de San Juan de Nicaragua, haciendo prisioneras a las autoridades puestas por los ingleses. A finales del mes, una fuerza británica, enviada desde Jamaica y compuesta por la fragata “Alarm”, el vapor “Vixen” y el bergantín “Daring”, ocupa el puerto y desembarcan 260 soldados.

Entre el 10 y 12 de febrero se dan combates entre las fuerzas nicaragüense y británicas. Según un informe británico, las bajas nicaragüenses fueron doce muertos, enterrados por los invasores, y varios heridos que fallecieron después. Las bajas británicas fueron cuatro muertos y trece heridos, entre ellos Patrick Walker, el agente británico en Bluefields. Las tropas británicas ocuparon los puestos de defensa nicaragüenses en Sarapiquí, El Castillo y el fuerte de San Carlos, teniendo que avanzar en su invasión hasta las isletas de Granada, amenazando con ocupar todo el país, ante lo cual el Gobierno se vio obligado a negociar y reconocer la ocupación, pero reafirmando nuestra soberanía en San Juan.

Desde hace algunos años, el pueblo y gobiernos argentinos han impulsado una campaña de identificación de los cuerpos de 123 anónimos soldados argentinos sepultados en el cementerio de Darwin, durante la guerra de las Malvinas, ocurrida entre Argentina y Gran Bretaña en 1982. Se espera realizarlo en estos meses de junio y julio de 2017. Un justo reconocimiento a quienes perecieron combatiendo por la recuperación de su suelo patrio.

¿Cuándo haremos los nicaragüenses el reconocimiento a quienes cayeron en Sarapiquí defendiendo a la nación? Merecen un altar patrio en el suelo y en la memoria nicaragüense.
¡Honor a los mártires del San Juan en Sarapiquí!

El autor es psicólogo social.

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