Teniendo en cuenta que la plaga del pulgón amarillo llegó al país para quedarse, los productores de sorgo deben destruir las plantas “voluntarias” o “secundarias” que brotaron después del corte de la cosecha y no retrasar la siembra del próximo ciclo. Esto ayudará a contrarrestar los daños provocados por esta plaga.
“En esas plantas voluntarias (o secundarias) que crecen después de la cosecha se hospeda el pulgón, entonces hay destruirlas para matar el pulgón. Si esas plantas no se destruyen, el pulgón pasarán a las de la próxima cosecha”, advierte Antonio Terán Vargas, especialista mexicano en control de plagas que brindó estas recomendaciones durante el IV Congreso Nacional Agropecuario organizado por la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic).
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Según el especialista, la destrucción preventiva de estas plantas puede realizarse mediante la aplicación de productos químicos, pero también a través de la preparación de la tierra ya sea con maquinaria agrícola o con arado convencional.
Una vez realizada una limpieza preventiva se debe planificar la próxima siembra en los plazos pertinentes. “No se deben realizar siembras tardías, si llovió y se puede sembrar mañana hay que hacerlo en lugar de esperar. Es decir, hay que sembrar en cuanto se presenten las condiciones adecuadas”, insiste.
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Una vez realizada la siembra del próximo ciclo, se debe aplicar el insecticida específico para el pulgón y establecer algunos cambios en el manejo del cultivo. “El productor tiene que ser más técnico, eso implica hacer las aplicaciones adecuadas. Además si sembró no es que se va ir a la ciudad y volver a los quince días a ver la plantación”, dijo.
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Según el especialista “hay que revisar la plantación al menos dos veces por semana. En caso de encontrar nuevamente el pulgón aplicar el producto adecuado. Quizás con una sola aplicación la plaga puede controlarse y esa aplicación les elevará los costos entre ocho y diez dólares por manzana. Además con el tiempo surgirán también controles biológicos”, dijo.
Las metas oficiales
Según el Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio durante el ciclo agrícola 2017-2018 sembrarán 21 mil manzanas de sorgo rojo, 45.8 por ciento menos que las 35,600 del ciclo anterior y se espera una cosecha de 840 mil quintales, que representan un volumen menor en 40.9 por ciento los 1.4 millones de quintales que se cosecharon en el ciclo anterior.