Obligados siempre a tomar decisiones nos volvemos duchos en hacerlo cuando tomamos conciencia de que hay que elegir una de las tantas opciones.
Existen personas que tienen la inhabilidad para decidirse y esperan a que otros lo hagan, o tristemente nunca toman una determinación para realizar algo que está en cuestión, como es decidirse entre vivir en un mundo oscuro de las emociones destructivas o lo contrario, gozar de las emociones positivas.
El mundo maravilloso de las emociones nos exige a que tomemos una alternativa entre si quiero sentirme contenta, placentera, feliz o lo contrario, a vivir una vida triste llena de emociones destructivas, como son los celos, el enojo por cualquier nimiedad que suceda, están prestas a agredir o violentar contra sí, y contra los demás.
Tener conciencia es uno de los pilares magnos para poder pensar y elegir entre si yo gobierno mis emociones o ellas a mí. Cuando permito inconscientemente que las emociones me devoren seré una presa fácil de vivir en un espacio de turbulencias y perderme de los momentos maravillosos que tiene la vida.
Pues ha llegado el momento de tomar decisiones, cuando mi autoconciencia toma las riendas de ese caballo desbocado y me he empoderado de mi ser, soy lo que quiero ser, no lo que mis impulsos me instan a convivir con emociones que me devoran.
El ser humano es único de sentir emociones y poder elegir entre vivir en paz o en guerra, tenemos que estar prestos para administrar ese mundo mágico de los sentimientos y de las emociones, con pensamientos adultos, maduros e inteligentes.
¡Gane la batalla!
Los espero con mucho gusto en mi correo, [email protected]