El desarrollo de proyectos verticales a gran escala para uso habitacional aún no arranca en Nicaragua. A pesar de que existen algunos proyectos su aceptación no ha tenido el mismo arrastre que las casas.
Para Ricardo Meléndez, vicepresidente de la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua (Cadur), ese comportamiento lento en la venta de espacios en edificios se relaciona con el mercado al que está dirigido.
“Es un segmento alto, por ende el mercado es más pequeño, yo no diría que es lento, simplemente por su naturaleza el movimiento es menor a diferencia del segmento medio”, continuó Meléndez.
En la oferta de Cadur —que supera los cincuenta proyectos urbanísticos— no existe la propuesta de espacios habitacionales en edificios a gran escala, según Héctor Lacayo, presidente de esa organización, y se debe a la poca demanda que tienen por los clientes potenciales.
Lea: Vivienda de interés social en Nicaragua pierde impulso
“Los que están demandando las familias son las viviendas de un piso y eso es lo que ahorita está en la oferta”, señaló Lacayo al ser abordado en la ExpoHogar 2017.
Han sido recomendaciones
Especialistas en desarrollo urbanístico y estudios que ha realizado la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), apuntan a que Managua debería crecer de forma vertical y no horizontalmente, como ocurre en la actualidad, para dar protección a las zonas boscosas y mejorar la infiltración de los suelos.
Otro aspecto que influye es el aumento del parque vehicular, que por la limitada infraestructura vial, cada día complica desplazarse por la capital.
Le puede interesar: Constructores de Nicaragua optimistas con crecimiento
Ante esta realidad la posibilidad de iniciar la construcción de proyectos verticales de gran escala está en las metas a mediano plazo de algunos desarrolladores de proyectos habitacionales.
Meléndez y Alberto Atha, tesorero de Cadur, coinciden en que en este momento están en la etapa de estudio, porque pretenden que los precios de esos espacios sean asequibles en comparación con los ya existentes, que superan los cien mil dólares.
“Aquí el reto ahora es sacar (apartamentos en) edificios de precios de alrededor de cincuenta mil dólares, eso es lo que pronto comenzaremos a ver”, dijo Meléndez, refiriéndose a apartamentos de entre 50 y 60 metros cuadrados.
Esto es secundado por Atha, pues explica que ese tipo de construcciones les permite a las familias ubicarse en zonas céntricas, y no en las periferias, como actualmente se construyen las urbanizaciones.
Lea: Banco de tierras en Nicaragua: el chance perdido
“Para una familia que le toca vivir a unos treinta kilómetros de Managua se hace difícil moverse a su centro de trabajo, lo que tenemos que encontrar es la forma de poder construir edificios de dos o tres pisos de forma más barata y más eficiente”, mencionó Atha.
Lo que aún no han determinado es la zona donde se van a ejecutar esos proyectos.
Se ha perdido miedo a los sismos
Las fuentes citadas destacan que los nicaragüenses están perdiendo el miedo de vivir en las alturas, pues los clientes potenciales son personas que no vivieron el terremoto que sacudió Managua en 1972.
“Los jóvenes no tienen el temor de vivir en edificios, no tienen el mismo temor que sus padres que tal vez vivieron el terremoto”, dijo Meléndez.
Le puede interesar: Tierra más cara en Managua
Atha añade que la gente está perdiendo el miedo al temblor, ha sido superado por la calidad de las construcciones que hay hoy en día, que están diseñadas para ese tipo de eventos.
Además los urbanizadores tienen la tarea de que los nicaragüenses se adapten al concepto de vivir en un segundo, tercero, hasta quinto piso, los que les obliga a compartir áreas comunales, parques, piscinas, pero que a la vez se sientan dueños de esos espacios.
Apuntan a milénicos
Meléndez aseveró que los milénicos están demandando espacios con ubicación céntrica, por su misma naturaleza: quieren cercanía a la ciudad, a los trabajos, no quieren perder tiempo en el tráfico.
“Quieren mayor acceso a cosas cómodas, esas mismas exigencias del mercado es lo que nos está obligando a que saquemos un producto propio en edificios verticales”, indicó Meléndez, quien detalló que ese tipo de proyectos estaría siendo ofrecido a las personas que tengan una capacidad de pago entre 350 y quinientos dólares mensuales.
Lea también: Mujeres rurales exigen fondo para comprar tierras
Por su parte, Atha considera que los edificios multifamiliares no se deben quedar solo para las personas con mayor poder adquisitivo. “Yo diría que lo que tenemos que lograr es que este tipo de edificaciones tiene que ir dirigida a todos los segmentos (…) desde interés social y para familias de mayor recursos”, continuó Atha.
Tierra más cara
Los representantes de Cadur coinciden en que el precio de la tierra cada vez es más caro, por el mismo desarrollo que se vive en la zona donde se establecen las urbanizadoras.
La especulación en el precio de la tierra aumenta a medida que se va desarrollando la zona donde se establecen proyectos habitacionales. Meléndez dice que por ese tipo de situaciones lo que están haciendo es optimizar el uso de suelo, obligándolos a construir verticalmente, que en la actualidad donde ha tenido impacto es en la edificación de condominios.
Lea además: Bancos de semilla elevan productividad
Atha dice que el valor de la tierra ha incrementado entre el sesenta y setenta por ciento en comparación con 2007, y lo relaciona con el desarrollo económico de las ciudades, principalmente Managua, Masaya, Estelí, Chinandega y San Juan del Sur.
“Construir para arriba es más caro en términos de materiales de construcción, de mano de obra; pero es más barato en términos de terreno, pero al final podés construir más viviendas”, finalizó Atha.