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Denis Silva García

El sistema educativo es un fraude

“La falta de una buena educación para la niñez y adolescentes en Nicaragua le da poder a los políticos parásitos. La educación actual  hoy es un fraude, instruye con  consignas y discursos pero no está educado”. No contribuye al desarrollo integral de nuestra juventud, se ocupa solo de cultivar la mente del niño en función de un plan político del déspota, pero no presta atención a sus deseos y emociones de esta generación y del desarrollo global. El sistema educativo es esclavo de los intereses de este gobierno corporativo, nuestras escuelas son máquinas de exprimir niños; que lo que hacen es transmitir conocimientos de manera robotizada para pasar exámenes; las universidades son una ilusión para conseguir empleos que no existen, nuestros maestros están deprimidos y con enfermedades psicosomáticas.

Si un maestro quiere enseñar a su alumno a ser libre, pacífico y honrado, él debe primero trabajar sobre sí mismo para alcanzar estas virtudes y luego transmitirlas. Todo lo que hacemos comporta un quehacer político. Por eso, la importancia de la educación, basada en valores y, principios, no en una simple consigna, esta educación no libera, nos hace esclavos de un sistema atrasado y corrupto, que no respeta a los maestros.

El Banco Mundial prestó a Nicaragua 55 millones de dólares en un nuevo convenio para financiar el proyecto Alianza para Calidad  Educativa (ACE). Supuestamente el proyecto está orientado a apoyar el plan de educación básica y media 2017-2021, cuyo objetivo es mejorar los resultados del aprendizaje a través de una mejor calidad de la educación preescolar y básica. Yo pregunto: ¿Cuál calidad? El sistema actual está preelaborado en El Carmen para que nuestros hijos no puedan pensar dentro del consenso permitido, le transmiten información en lugar de pensar por sí mismos, todo esto para perpetuarse del sistema corporativo y sustentar a la élite dominante y sus séquitos de políticos. El modo en que instruyan a nuestros hijos, acabará siendo el tono de su voz interior. ¿Cómo le podemos llamar… A un mundo que cambia cada dos años, mientras el sistema educativo de Nicaragua sigue siendo el mismo que hace más de doscientos años?

Nuestros niños hoy aprenden mucho más por YouTube y en la universidad se la pasan estudiando cinco años donde los pensum académicos poseen una docena de materias, pero ninguna enseña a ser feliz, a ser un líder, a cómo manejar una entrevista de trabajo y ni siquiera algo tan básico como hablar en público. Enseñan cuatro horas semanales de matemáticas y nunca se ha enseñado a alimentarse correctamente, dormir y lo más importante, a gestionar sus emociones y frustraciones.

¿Cómo le podemos llamar… a esas enormes decepciones provocadas por calificaciones, en un sistema donde permiten que nuestros niños se sientan inferiores por sacar una mala nota?,  muchos académicos le llaman “un crimen llamado educación”. Cada uno de nuestros niños tiene un potencial enorme, pero ahí están, siendo presionados y frustrándose enormemente cada día porque les enseñan que solo las matemáticas y las ciencias les darán éxito. A los niños y jóvenes que hoy son llamados la “generación de los estudiantes huérfanos”, porque al llegar a casa sus padres viven tan ocupados en “cosas importantes” trabajando en sus barrios para garantizar la cuota partidaria  y no tienen ni idea de lo que están aprendiendo sus hijos.

Por lo único que preguntan es por las calificaciones para terminar de dañar la autoestima de aquellos que no sacaron buenas notas, pero nunca hay un ¿cómo te sientes? que mucha falta debe hacerle a nuestros hijos.

El autor es Catedrático Universitario.

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