La burocracia, el protagonismo de los secretarios políticos del partido de gobierno en las localidades y la sujeción al poder central son algunas de las razones por las cuales los municipalistas no creen en las promesas de democracia de la pareja presidencial.
Después de invitar el pasado 19 de junio a un congreso sandinista, que se celebrará la próxima semana, la primera dama, Rosario Murillo, aseguró públicamente que quieren darles “relevancia” a los Concejos Municipales, a los que llama “el instrumento de gobierno por excelencia”.
“Nosotros creemos, sabemos que es en democracia directa que podemos fortalecer los protagonismos. Y esa es la democracia directa: que la población en cada municipio se manifieste”, dijo Murillo.
La falta de credibilidad
Sin embargo, el poder impuesto por Ortega y Murillo en los últimos diez años, deja muchas dudas sobre las intenciones reales tras la promesa. El municipalista Bayardo Salmerón, miembro de la Red Local, advirtió que existe siempre el tema de la credibilidad.
“Ellos (la pareja presidencial) hablan de poder ciudadano, ustedes me pueden decir ¿dónde hay poder ciudadano? Tienen diez años de hablar de eso, ¿pero en qué municipios hay?”, dijo Salmerón.
Para el especialista, la autoridad real en los 153 municipios es el secretario político del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que en pocos municipios también es alcalde.
Salmerón explicó que el poder ciudadano se refleja en la capacidad de estos para hacer propuestas, y que sean realizables. Hace énfasis en que los ciudadanos son los protagonistas y no los funcionarios o la burocracia partidaria que recibe órdenes de los Ortega.
“Es un problema que tiene que ver con la retórica. Hablan de una revolución socialista, solidaria y cristiana. Cuando empezás a revisar los conceptos de esas cosas, ahí no han hecho nada”, añadió.
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Encuestas del FSLN
En la invitación al congreso, Murillo informó además que están realizando encuestas locales de cara a escoger candidatos en las votaciones municipales del próximo cinco de noviembre.
Sin embargo, Salmerón dice que se pueden realizar mediciones, pero “el problema es que el candidato responda a intereses de la comunidad, en eso ningún partido ha trabajado en esa dirección”, cuestionó.
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El congreso sandinista definirá además “las políticas de alianzas” del partido de gobierno en un proceso electoral cuestionado por el dominio del FSLN en todas las estructuras electorales.
Diputados herméticos
La agenda del congreso se ha manejado de manera muy reservada entre los legisladores sandinistas.
El diputado José Figueroa, vicecoordinador de la bancada del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), afirmó que ese partido, en el poder desde el 2007, estará analizando varios aspectos, entre estos, la política de alianzas de la que habló Murillo.
La legisladora sandinista Jenny Martínez, presidenta de la Comisión de Infraestructura del Parlamento, se excusó este miércoles de hacer comentarios en relación al evento de su partido. “Sobre el congreso no te puedo decir nada, solamente que sí hemos sido convocados para el próximo lunes”, dijo Martínez.
La actividad será presidida por Ortega, en su carácter de secretario general del FSLN, y por Rosario Murillo, su vicepresidenta desde noviembre pasado, cuando fueron reelegidos sin competencia electoral.
Las votaciones municipales se celebran cada cinco años. Actualmente, de 153 alcaldías a nivel nacional, el oficialismo cuenta con 134 alcaldías bajo su dominio, los cuales se mantienen en el cargo desde 2012 cuando fue el último proceso electoral municipal.
Burocracia rojinegra
El municipalista Bayardo Salmerón recordó también la multiplicación de los concejales que se hizo por voluntad del Ejecutivo, los cuales pasaron de 2,178 a 6,534 entre propietarios y suplentes. “No le ha servido para nada a la gente y al FSLN le ha servido para llenar una nómina”, criticó Salmerón. Desde 2008, el FSLN ha forzado la renuncia de al menos 34 alcaldes, según reportes de LA PRENSA.
