Wilfredo Rojas, sufre de hernia en la columna vertebral. En 2009 se desempeñaba como conductor de una empresa privada cuando sufrió un accidente laboral. La canasta de medicamentos que empezó a recibir en ese entonces fue de 19 a 20 productos, y ahora es únicamente de cuatro a cinco medicamentos.
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Rojas refiere que cuando recibían el tratamiento completo no necesitaban acudir a emergencia porque nos manejábamos controlados con el dolor. “Ahora permanecemos con el dolor y se nos niega el derecho de ir a emergencia también”, expuso Rojas, quien recordó que el tratamiento para problemas lumbares es caro, fuerte y restringidos.
Rojas integró un grupo de personas pensionadas por riesgo laboral que denunció ayer ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), que desde hace unos cuatro meses enfrentan problemas con el recorte de la lista de los medicamentos que recibían y que los pone en riesgo.
¿Cambian el tratamiento?
Otra de ellas fue Ivania Estrada, quien tiene que apoyarse de un bastón para caminar. Después de un accidente de tránsito ella debió someterse a cinco cirugías en la columna lumbar y dos operaciones en la columna cervical. “Son paliativos que nos están dando, medicamentos de mala calidad”, sostuvo Ivania Estrada, quien denunció que en el seguro la pretenden atender como una paciente depresiva o ansiosa, administrándole otro tipo de medicamento del que ella requiere.
Patricia Suárez, denunció ante el funcionario de la CPDH, Denis Darce que en las oficinas centrales de riesgo profesionales del INSS, “muchas veces llegamos con las recetas de los médicos (…) y simplemente lo que ellos estiman a bien eso es lo que ellos nos autorizan sin tomar en cuenta lo que necesitamos”.
“Se supone que nosotros como de riesgo laboral tenemos una cobertura especial y una cobertura total e ilimitada siempre que vengan derivado de nuestro riesgo”, expuso Suárez, quien mencionó que en su caso le retuvieron recetas durante dos meses.
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700
córdobas hasta 2,500 córdobas oscila lo otorgado cada mes por el INSS a los pensionados por riesgos laborales, lo que según los denunciantes les impide comprar los medicamentos que les faltan.
Cambios son arbitrarios
El director de proyectos de la CPDH, Denis Darce, aseguró que el caso denunciado está relacionado no solo con el acceso a la salud, sino con la garantía de la vida, pues son personas que requieren de tratamiento y medicamento especializado y ahora se les están haciendo cambios de medicamentos de forma arbitraria. Y aunque, señala Darce, el INSS tiene supervisores en las clínicas previsionales “de nada sirve que existan los supervisores si hay una política, a lo mejor no escrita, pero sí hay una política y que ellos la están sufriendo, de no garantizar los medicamentos”.
Darce indicó que esa organización anteriormente ha conocido casos similares de personas de la tercera edad que sufren de enfermedades crónicas y tampoco están recibiendo el medicamento.
