Aaron Judge se mueve sobre el escenario de más elevada exposición mediática como es Nueva York. A Cody Bellinger lo rodea el fascinante encanto de Los Ángeles.
Y lo mejor, es que ambos han probado disponer del talento necesario para ser observados con atención, mientras despliegan su habilidad para golpear la bola.
Judge con los Yanquis y Bellinger con los Dodgers, se han convertido en la pareja de novatos más explosiva del momento en las Mayores.
Sin incluir los partidos de anoche, Judge mostraba lo siguiente: .332 de average, 26 jonrones y 59 remolques en 66 juegos. Tiene 25 años, con 6’7 pies y 282 libras.
Bellinger ha puesto en órbita 24 pelotas, con .274 de promedio y 55 empujadas en 57 juegos. Tiene 21 años con 6’4 pies y 210 libras de peso.
¿Hasta dónde llegarán? Solo con el tiempo se sabrá, pero lo que han hecho hasta ahora, ha sido impactante. Sus equipos están arriba, gracias a su desempeño.
En los Yanquis, Judge se ha vuelto su gran cañón. El futuro, pero también el presente del equipo, están en su poderoso bate, que dispara jonrones de casi 500 pies.
A los Dodgers, Bellinger les ha llegado justo a tiempo, cuando el bate, pero sobre todo la salud de Adrián González, ha comenzado a menguar. El chavalo probó que estaba listo para tronar.
Parejas de novatos así de violentos no son inusuales en el beisbol. Hace 30 años vimos el despegue de Andre Dawson y Eddie Murray.
Más adelante, en 2001, aterrizaron Albert Pujols e Ichiro Suzuki, quienes irán directo a Cooperstown, lo mismo que Mike Trout y Bryce Harper en el 2012.
Hace dos años Carlos Correa y Kris Bryant le pegaron fuego a la liga. Ahora el turno es para Judge y Bellinger, dos jóvenes de mucha dinamita.