En un reciente encuentro con pobladores de Chinandega y el comisionado general Francisco Díaz, subdirector general de la Policía Nacional, se demandó cero corrupción, combate a las drogas y que se castigue a quienes usan bombas que diezman las especies marinas.
Hubo solicitud de más agentes policiales en Somotillo, patrullajes en las madrugadas en la zona norte de la ciudad y que se revise un caso de supuesta violación que involucra a un agente.
Mientras los secretarios políticos se enfocaron en elogiar a la pareja presidencial y al mismo comisionado general, hubo otras voces que se alzaron para pedir más efectividad policial.
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Evelin Betancourt, de la comarca Santa Julia-Península de Cosiguina-El Viejo, se preguntó “de dónde están saliendo las bombas que van a destruir la pesca artesanal, hace como cinco meses detuvieron a un señor con varios baldes llenos de bombas, ¿Qué paso? La policía lo atrapó, y a la semana siguiente estaba suelto, a la vez sigue destruyendo la pesca artesanal”.
“Hay policías que se están prestando a la corrupción y eso debe terminar; la policía no hace nada, necesitamos que estén pendientes y se acerquen a la costa”, recalcó la pobladora.
En enero, a Germán Javier Mejía Alvarado, de 29 años, le incautaron 4,200 bombas de mecha lenta para pescar y aunque estuvo retenido, luego fue liberado. Para entonces contó que la ayuda del Gobierno no les llegaba para comprar trasmallos y otros aperos, por lo que recurrían al uso de bombas para pesca.
Edwin Paniagua, que pertenece a Luchadores Integrados en el Desarrollo de la Región (Líder), comentó que desde enero se ha presentado a los pescadores las leyes en materia ambiental para sensibilizarlos en el tema.
Testaferros
Durante el encuentro con jefes policiales, Fiscalía, entre otros funcionarios del Estado, no hubo oportunidad que expusieran sus problemas líderes de Potosí y comarcas vecinas en la Península de Cosiguina. Estos lamentaron que sin control, en el Golfo de Fonseca el crimen organizado puede establecerse.
Otro de los puntos que pensaban exponer es la cantidad de testaferros, dueños de lanchas y propiedades a favor de salvadoreños que entran a territorio nacional como que estuvieran en su casa.
“Ahí no es solamente la policía, sino la Fuerza Naval, aquí debería estar el jefe del Distrito Naval del Pacifico para que el escuche” mencionó el poblador Antonio Ramos, líder pescador en esa localidad.