Aunque apartar del camino a Srisaket Sor Rungvisai da la impresión de ser una tarea que demanda una gran concentración, Román “Chocolatito” González ha definido su futuro incluso más allá del 9 de septiembre venidero.
Román ha dicho que tras el tailandés Rungvisai, desea medirse al japonés Naoya Inoue, monarca mundial súper mosca de la OMB, en un combate unificatorio que le podría permitir ganar el ansiado millón de dólares.
Pero además ha hablado de ir después por una quinta corona mundial, que en este caso sería la de las 118 libras, lo que sin duda terminaría de cimentar su legado en el pugilismo a una escala universal.
Al situarse en esa ruta, el “Chocolatito” se ha colocado en un camino distinto al que trazó Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, quien habló de un duelo ante quien gane entre Carlos Cuadras y Francisco “Gallo” Estrada.
La última vez que Román eligió una ruta diferente, terminó pidiéndole disculpas al dirigente boxístico. No sabemos qué repercusión habría ahora en caso de empeñarse en hacer realidad sus planes, distintos a los del CMB.
Pero además, también puede interpretarse que González no se ve a sí mismo durante mucho tiempo más en el boxeo.
Esto significa que pronto podríamos vernos privados de ver al “Chocolatito” desplegando su excepcional talento que tanto nos ha emocionado, mientras construye un registro brillante de 46-1.
Así que uno espera que el nica haya trabajado sobre su futuro. Román tiene algunas inversiones modestas, pero nos gustaría verlo bien, con solvencia, y no pasando las calamidades de otros atletas que dieron gloria a Nicaragua.
En más de una ocasión, el nica ha dicho que no desea pelear después de sus 32 años, (ahora tiene 30), que le huye a quedar loco y que desea vivir la vida, luego de tantas restricciones, primero por la pobreza y ahora por el compromiso de dar el peso.
Ojalá haya planeado bien lo que desea para no batallar en el futuro, el que por cierto, suele llegar demasiado pronto.