Los avicultores que proveen al programa gubernamental Hambre Cero están desesperados porque tienen en las granjas unas 260 mil gallinas y no hay certeza de que las familias se las compren, debido a que ahora los beneficiados eligen entre los animales que componen el bono productivo, que son gallinas, cerdos y vacas.
Alfonso Valerio, presidente de la Cámara Nicaragüense de Avicultura y Especies Menores (Canavem), dijo que el sector ya reporta pérdidas debido a que el Programa Productivo Alimentario (PPA) o Hambre Cero empezó a ejecutarse tres meses tarde este año, lo cual ha implicado mayores gastos para los avicultores en el alimento de las gallinas y en el mantenimiento de las granjas.
La meta del Gobierno en 2017 es que 33,029 familias en situación de pobreza reciban el bono productivo alimentario.
Cada bono incluye diez gallinas, por lo que el Ministerio de Economía Familiar, Cooperativa, Comunitaria y Asociativa (Mefcca) —que maneja el PPA— demandaría 330,290 gallinas este año.
Valerio explicó que en octubre pasado conocieron de la demanda que el Mefcca tendría, “por lo que los avicultores comenzaron a importar las pollitas ponedoras, las alimentaron para que crecieran a las exigencias del programa y así tenerlas listas entre febrero y marzo, que es cuando hemos empezado a entregarlas”.
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“Y como normalmente todos los años inician con una cantidad y luego solicitan más en el programa, entonces los avicultores trajeron un poquito más, fueron alrededor de 340 mil aves, las que entraron a la crianza en las granjas”, indicó Valerio.
Pero hasta ahora los avicultores solo han vendido al Hambre Cero alrededor de 80,000 gallinas y en las granjas hay unas 260 mil.
“Los agricultores están ‘ahogados’ económicamente porque tienen deudas con los bancos, deben a las plantas de alimentos, a los de productos veterinarios y hay una gran desesperación, porque el avicultor no sabe qué hacer”, afirmó Valerio.
Mefcca notificó tarde que PPA ya no es gratis
Los problemas de los granjeros se deben al cambio en la modificación del esquema de Hambre Cero y al hecho que el programa empezó a ejecutarse tarde en el Mefcca.
El PPA empezó en 2007 y desde entonces las familias seleccionadas recibían de forma gratuita el bono para retirar los animales y el alimento para su crianza entre febrero y marzo, lo que permitía a los productores recuperar rápido su inversión.
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Sin embargo, en 2017 el Gobierno decidió que Hambre Cero ya no es gratuito y las familias en situación de pobreza deben adquirir un crédito de entre 10,000 y 60,000 córdobas y pagar un interés del cinco por ciento anual. El financiamiento es a través de un banco privado donde se le entrega el bono a la familia con el que retiran los animales en las granjas.
Otro cambio en la modalidad del programa es que las familias ya no están obligadas a recibir una cerda preñada, una vaca preñada y diez gallinas como parte del bono, sino que pueden elegir el animal y las cantidades, afirmaron Valerio y Leonardo Torres, presidente del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme).
Según los empresarios, las autoridades del Mefcca notificaron del nuevo esquema de Hambre Cero hasta mayo pasado. Y cuando empezó a operar hubo atrasos en la entrega de los bonos a las familias que aceptaron el crédito, pero además se ha reducido la demanda de las aves “porque muchos no quieren tener deudas”, afirmó Valerio.
“En mayo los avicultores estaban alarmadísimos porque llevaban tres meses con las aves listas para entregarse, significando pérdidas, porque las aves más grandes consumen más alimento”, dijo.
Un problema con la sobrepoblación en las granjas es que a la gallina adulta “se le debe dar más espacio porque se empiezan a picotear entre ellas, pero una de las exigencias del programa es que deben tener pico y por eso no se les puede cortar, entonces ellas se picotean y se matan entre sí, no todas, pero esa es la situación”, explicó Valerio.
Piden al Gobierno agilizar trámites
Leonardo Torres, de Conimipyme, y Alfonso Valerio, de Canavem, explicaron que conversan con las autoridades del Mefcca para que se agilicen los trámites en el banco de la entrega del bono de Hambre Cero a las familias, y del proceso de retiro de los animales en las granjas avícolas.
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Valerio y Torres dijeron que han planteado al Mefcca que la situación de los avicultores es preocupante, porque con la nueva modalidad del programa el beneficiado puede decidir que no quiere las gallinas, sino los cerdos o las vacas, la demanda de aves bajó.