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propiedad, Chinandega

La señora Liliana Sosa de Avilés y su hijo, Alberto Avilés Sosa, piden que la Corte Suprema de Justicia resuelva sobre un conflicto de propiedad, que tiene cinco años de estar engavetado. LA PRENSA/ARCHIVO

Reclaman por retardación de justicia en conflicto de propiedad en Chinandega

Dos familias que disputan una propiedad en Chinandega, protestaron por separado la lentitud con la que el proceso legal ha sido manejado por la Corte Suprema de Justicia, y exigen que el máximo tribunal se pronuncie sobre el mismo, lo más pronto posible

Dos familias que disputan una propiedad en Chinandega, protestaron por separado la lentitud con la que el proceso legal ha sido manejado por la Corte Suprema de Justicia, y exigen que el máximo tribunal se pronuncie sobre el mismo, lo más pronto posible.

La señora Liliana Sosa de Avilés y su hijo, Alberto Avilés Sosa, representantes de la sociedad Agrícola La Castilla, denunciaron la retardación de justicia en el proceso que busca, según ellos, usurparles 181 manzanas de tierra de una finca llamada La Trinidad, en Chinandega.

El proceso judicial inició desde 2008 y enfrenta a la señora Avilés y su hijo, con los señores Francisco Blanco Arriaza y Apolonio Blanco. Tanto en el juicio ordinario, como su segunda etapa en el Tribunal de Apelaciones de Occidente (Circunscripción Chinandega y León), los jueces han fallado a favor de la familia Avilés Sosa. Sin embargo, el proceso fue promovido por los Blanco Arriaza hasta la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia.

LAPRENSA solicitó una versión a la oficina de prensa del poder judicial sobre la retardación de justicia denunciada por separado, tanto por la familia Blanco Arriaza, como por la familia Áviles Sosa, pero, hasta el cierre de edición, no habíamos tenido una respuesta a nuestra consulta.

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Francisco Blanco Arriaza, niega los señalamientos de la familia Avilés Sosa y asegura que lo que pretenden es recuperar 81 manzanas, pertenecientes una finca que anteriormente se denominaba “La Flor” y que actualmente se llamaría La Marmionda. “Esa es el área que reclamamos, no las 181 manzanas que dicen los señores Liliana Soza de Avilés y Alberto Avilés”, asegura Blanco Arriaza.

“Nuestra propiedad tiene un total de 81 manzanas de extensión, un inmueble denominado antes La Flor y actualmente la Marmionda. Mismo que colinda por el lindero oeste con la propiedad de Agrícola La Castilla. Esta extensión fue la que dieron en arriendo nuestros abuelos al señor Alberto Avilés García (ya fallecido), por un período determinado, pero que dicho señor, valiéndose de sus influencias se apoderó del inmueble, haciendo desaparecer las cercas y formado una sola propiedad con las tierras de Agrícola La Castilla”, añadió.

17 años de disputa por posesión de propiedad

Por su parte, la señora Sosa de Avilés se quejó porque entre que inició la disputa por la propiedad y el tiempo que este proceso se encuentra en la tubería judicial, han pasado 17 años de estar lidiando con este conflicto.
“Ya ganamos en Chinandega dos juicios. Ganamos en Apelaciones y ahora nos mandan a casación. Y en la Corte Suprema, el caso tiene como cinco años de estar engavetado”, relató por su parte, la señora Liliana Sosa de Avilés.

En tanto su hijo, Alberto Aviles denunció: “No puedo decir nombres, pero una magistrada a mí me dijo que ella no estaba con nosotros. Nosotros, como este caso tiene tanto tiempo, pues hemos ido cabildeando con los magistrados, y ahí caímos con ella. Y nos dijo, lo sentimos mucho, pero yo no estoy con ustedes. Yo le respondí que el asunto no era que estuviera con nosotros, sino que como magistrada ella tenía que ir con la ley”.

Actualmente la Sala Civil del Tribunal Supremo está conformada por cinco magistrados, ya que luego del fallecimiento del magistrado Antonio Alemán, no se ha nombrado quien lo sustituya. Sin embargo, pese a estar incompleta, esta puede emitir resoluciones sobre procesos judiciales.

“Cada papel que nos han dado, cada gestión que hemos hecho, la hemos presentado en la Corte Suprema. Pero, sabemos que una magistrada no está con nosotros, nos lo dijo descaradamente. Hemos mostrado todas nuestras evidencias, para que no nos salgan con cualquier cosa. A nosotros nos tiene preocupados la tardanza para resolver este caso”, añadió Liliana Sosa de Avilés.

La familia Avilés Sosa ante el tribunal supremo han mostrado como parte de sus evidencias el certificado registral de rectificación de área, el amojonamiento, revisión y aprobación del plano topográfico y la emisión del certificado de folio de la propiedad, que le otorgó a la Finca La Trinidad, el Número Absoluto de Propiedad (NAP) CHOO1200028882.

Upanic también reclama por retardación de justicia

La familia Avilés Sosa cuenta con el respaldo de la Unión de Productores de Nicaragua (Upanic), quien en un comunicado publicado el 31 de agosto del 2016, aseguró también reclamó por la retardación de parte de la Corte Suprema de Justicia para resolver este caso.

“La Unión de Productores de Nicaragua solicita a su autoridad (en referencia a la presidente designado por el poder electoral, Daniel Ortega) que ordene una investigación a fondo de por qué la retardación de justicia en el recurso de casación en el fondo 26-000389-0RO-0422-11CV y que además la Corte Suprema de Justicia resuelva pronto y conforme a derecho”, señaló el comunicado en ese ocasión.

Francisco Blanco Arriaza, en compañía de su abogada Sara Isabel Caballero Guevara, también mostraron un escrito interpuesto este 15 de junio en el cual solicitaron a la Sala Civil de la Suprema que se pronuncie con prontitud sobre el caso.

“Ante el pasar del tiempo sin tener noticia alguna del recurso promovido ante este honorable sala, comparezco vosotros y pido dicten la sentencia que en derecho corresponda a la presente causa”, señala el escrito de la abogada Caballero Guevara.

“Nuestra propiedad tiene un total de 81 manzanas de extensión, un inmueble denominado antes La Flor y actualmente la Marmionda. Mismo que colinda por el lindero oeste con la propiedad de Agrícola La Castilla. Esta extensión fue la que dieron en arriendo nuestros abuelos al señor Alberto Avilés García (ya fallecido), por un período determinado, pero que dicho señor, valiéndose de sus influencias se apoderó del inmueble, haciendo desaparecer las cercas y formado una sola propiedad con las tierras de Agrícola La Castilla”, relató Blanco Arriaza.

“Yo lo único que pido es que se haga justicia. Solo pido a Dios y a la justicia que se resuelva esto de conformidad al derecho y a la verdad, porque nosotros hemos pasado muchas penurias por este caso. No tenemos recursos económicos y sólo nos queda confiar ante la justicia para que haga valer nuestros derechos”, añadió.

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