Aunque el público la recuerde todavía por sus carreras en vestido de baño y a cámara lenta por las playas de Baywatch, Pamela Anderson, quien cumplió 50 años, ha dejado parcialmente de lado su imagen de “sex symbol” para enfocar sus esfuerzos en el activismo y la defensa de los animales.
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La actriz y modelo canadiense fue uno de los mitos eróticos más explosivos de los años 90, hasta convertirse en la mujer con más portadas de la revista Playboy, pero ahora aparece frecuentemente en los medios por motivos muy diferentes: su apoyo a organizaciones de defensa de los animales, su apuesta por el veganismo o su presunto romance con Julian Assange, quien permanece recluido desde 2012 en la embajada ecuatoriana de Londres para evitar su extradición a Suecia por un caso de delitos sexuales.
Pamela Anderson y su amor por Julian Assange. AQUÍ
“Soy una activista sexy a tiempo completo. Últimamente me han descrito como una bizarra poeta política y lo tomo como un cumplido”, dijo Anderson en un discurso en mayo en París al recibir un premio por su labor filantrópica.
“Nunca quise ser una actriz. Eso fue un golpe de suerte. Quería hacer lo que estoy haciendo ahora”, añadió sobre su trabajo como activista.
Trayectoria
Pamela Anderson nació el 1 de julio de 1967 en Ladysmith (Canadá) y en 2014 desveló que sufrió abusos sexuales y fue violada cuando era una niña.
Su carrera profesional comenzó después de que una compañía de cervezas la descubriera como espectadora en un partido de futbol americano y la fichara para un anuncio.
Las puertas del mundo del espectáculo parecían abrirse para Anderson, que se mudó a Los Ángeles en busca de una gran oportunidad que llegó en forma de playas paradisíacas vigiladas por bravos y seductores socorristas.