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innovación, idea, emprendimiento, Nicaragua

Falta de registro sobre innovación pasa factura a Nicaragua

Cada año los parámetros para evaluar la posición y puntaje de las economías en materia de innovación cambian y este año el IGI enfocó la innovación en la agricultura y los sistemas alimentarios.

A pesar de que la base de la economía de Nicaragua es la agricultura, la escasa información sobre el uso de innovación en el campo dejó por fuera al país en el Índice Global de Innovación (IGI) 2017, realizado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Desde 2011 Nicaragua formaba parte de este ranking.

Cada año los parámetros para evaluar la posición y puntaje de las economías en materia de innovación cambian y este año el IGI enfocó la innovación en la agricultura y los sistemas alimentarios. “La innovación puede ser clave para mantener el crecimiento de la productividad, necesario para satisfacer esta creciente demanda de manera sostenible y puede ayudar a mejorar las redes que integran los sistemas alimentarios”, cita el IGI.

Y pese a la observación que hace el IGI, del porqué Nicaragua quedó fuera del índice, el presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), Michael Healy, dice que el sector productivo es uno de los principales inversionistas en innovación en los últimos cinco años.

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“Por el mismo cambio climático, desde hace cinco año para acá se ha invertido fuerte, en mejores sistemas de riego, en la tecnología, en la productividad, en los fertilizantes modernos, la biotecnología. El sector agropecuario es uno de los sectores que más invierte. Nos sacan del ranking porque somos demasiado buenos, que hemos invertido bastante o porque somos demasiado malos, no sé cómo verlo”, expresó Healy.

Nicaragua no mostraba mejoría en sus indicadores de innovación en los últimos tres años en el índice. La mejor calificación se obtuvo en 2013 con 27.10 puntos de cien y en 2016 fueron 23.06 puntos. Los informes anteriores de este índice coinciden en que la falta de inversión para investigación o proyectos novedosos son algunas de las principales debilidades que tiene Nicaragua.

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Impacto de la salida del índice

Para Paul Kester, miembro del Grupo de Profesionales de la Innovación en Nicaragua (G-PIN), la salida de Nicaragua del IGI perjudica la imagen del país porque “es una señal negativa hacia las empresas internacionales, que estén buscando países donde invertir en actividades económicas con tecnología mediana o mediana-alta. Para el mundo empresarial y educativo-académico, la desaparición (de Nicaragua) del ranking tiene un efecto psicológico”.

Sin embargo, para el presidente de Emprendedores Juveniles de Nicaragua (EJN), Rodrigo Ibarra, estar fuera de ese ranking o no cumplir con los criterios que evalúan no significa que el país no esté innovando o no estén trabajando para mejorar en este campo.

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“Es importante que nosotros nos contextualicemos en la coyuntura nacional, cuáles son los retos del país ante las limitaciones, una vez que nos podamos situar en donde estamos, trabajar más en eso para superarlo”, dijo Ibarra.

Educación principal limitante

Kester e Ibarra señalan que la principal debilidad del país en materia de innovación es la educación. “Se están haciendo esfuerzos de las entidades privadas, del Gobierno para impulsar la innovación, pero todavía no se ha avanzado de manera eficiente y efectiva en la educación. Es importantísimo que te den las bases educativa para que el país pueda ser innovador”, apunta Ibarra.

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Según el Banco Interamericano de Desarrollo, Nicaragua destina 0.1 por ciento o menos de su Producto Interno Bruto en materia de innovación. El IGI dice que es necesario que los países hagan mayores esfuerzos en el desarrollo innovador y en el caso de las naciones que han avanzado deben de perfeccionar sus sistemas de innovación.

Insisten en drones

Para impulsar la innovación, la agricultura demanda el permiso de nuevas tecnologías cuyo uso depende exclusivamente al Estado. Por ejemplo, Healy apunta que el sistema productivo necesita que se autorice el uso de drones para facilitar los sistemas de riego, desarrollar el sistema de pasto para fumigación, fertilización y riego, y otros elementos que darían una sostenibilidad a los métodos de innovación que ha venido incluyendo en los últimos años.

“El INTA (Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria) nos presentó más de veinte proyectos innovadores que se están incluyendo en la producción agrícola y ganadera”, continuó Healy.

¿Qué hacer?

Ibarra, Kester y Healy coinciden en que el país necesita un trabajo coordinado entre todos los sectores que apuestan por la innovación, para que los esfuerzos que se están haciendo sean sujetos de evaluación y que el crecimiento de la economía sea sustentado por ese factor que en las economías como Costa Rica les ha dado resultados positivos.

LA PRENSA buscó la versión del Consejo Nicaragüense de Ciencia y Tecnología (Conicyt), órgano rector de la innovación en el país, pero hasta el cierre de la edición, no confirmaron la entrevista que prometieron.

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Para la subdirectora del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), Dayra Valle, que en Nicaragua exista disponibilidad y acceso a la información pública crea transparencia en la gestión, pero también promueve la innovación en la sociedad porque se cuentan con los datos requeridos para crear propuestas concretas.

“No podemos innovar si no tenemos la información. Por ejemplo, si no tenemos datos de cuáles son las estadísticas de embarazados en adolescentes, de cuántos son las víctimas de la accidentalidad de tránsito. Esa información es importante para brindar soluciones y la innovación se basa en que uno de los elementos fundamentales es la disponibilidad de la información y lo otro es el tema del acceso”, explicó Valle.

El director del Instituto de Investigaciones y Gestión Social (INGES), Guillermo Incer señala que no tener la información pública suficiente en parte es responsabilidad de la sociedad civil y la ciudadanía nicaragüense por no apropiarse y demandar enérgicamente.

¿Qué evalúa?

El Índice Global de Innovación (IGI) 2017 evalúa tanto las capacidades en materia de innovación de los países así como el impacto que esta ha tenido en el crecimiento económico y la prosperidad.

La información que recoge el índice se clasifica en dos ramas: la innovación donde se mide: institucionalidad, capital humano, infraestructura, sofisticación de mercado y de negocios; y el otro los conocimientos de tecnología y creatividad que se desarrollan en los países.

En 2017, el IGI evaluó a 128 economías a nivel mundial, Nicaragua y Venezuela quedaron fuera por la falta de datos para completar los parámetros establecidos.

(Con la colaboración de Mabel Calero y Roy Moncada)

Economía IGI innovación Nicaragua archivo

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