Las caponeras que circulan en el municipio de Managua tienen permitido hacerlo solo dentro de los barrios y no en las vías principales, pero en la práctica ocurre lo contrario por la pasividad del Instituto Regulador del Transporte del Municipio de Managua (Irtramma) para exigirlo.
Para Ricardo Osejo, coordinador de la Organización para la Defensa de los Consumidores, este incumplimiento pareciera no tener importancia, pero cuando se observa desde el punto de vista de la seguridad tanto de los caponeros y los pasajeros, se reconoce la gravedad.
Lea también: Canal interoceánico aumentaría las desigualdades sociales en Nicaragua
“Surgieron las mototaxis para solucionar el problema de falta de cobertura de las rutas (Transporte Urbano Colectivo), pero se han convertido en un riesgo serio porque no hay un ordenamiento estricto de los corredor. Es cierto que el Irtramma dice donde hay que circular pero no ves a un inspector multando”, expuso Osejo.
La consecuencia por no cumplir con los corredores previamente establecidos por el ente regulador, ocurrió el sábado 01 de julio en el sector de La Subasta, en Carretera Norte. Una caponera fue impactada por un bus y el resultado fatal fue de dos personas fallecidas.
LA PRENSA realizó un recorrido por los barrios costeros de la capital y constató que varios caponeros aprovechan la ausencia de inspectores del Irtramma y policías de tránsito para circular en plena Carretera Norte, en medio de buses y camiones.
El caponero Bernardo Lazo, que cubre la ruta del barrio Hugo Chávez, reconoció que algunos colegas lo hacen para no dejar ir el dinero, porque si son sorprendidos por el Irtramma la multa es de 5,000 córdobas y si en la Policía Nacional son llevados al Depósito Vehicular.
“No podemos salir a la vía principal, solo en el barrio tenemos que andar. La mayoría cumple con eso”, aseguró Lazo.
Promesas del nuevo director
Era febrero de 2014 cuando Amaru Ramírez, recién nombrado director del Instituto Regulador del Transporte del Municipio de Managua (Irtramma), se comprometió públicamente a ordenar el sector de caponeras a través de un plan de reconversión en el sector, que consistía en eliminar las caponeras hechizas y de tracción humana. Han transcurrido más de tres años y no se ha cumplido con la promesa.
La última vez que el Irtramma brindó el número de este tipo de transporte fue en febrero de 2014. Para ese entonces en Managua habían 1,195.