14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
idomeneo
Luis Sánchez Sancho

El duelo por la muerte de Aquiles

Sobre Aquiles, el más intrépido  de los héroes griegos que pelearon en la Guerra de Troya, se conocen diversas leyendas. Pero también,  con el nombre de Aquiles hay varios personajes en la mitología griega.  El primero de los  Aquiles era un hijo de Gea (la Tierra) cuyo único hecho conocido  fue haberle hecho un gran servicio personal a Zeus.

Cuando Hera rechazaba  los requerimientos amorosos y sexuales de  Zeus, tratando de escapar de su asedio se refugió en la casa del tal  Aquiles. Pero este  tenía una gran capacidad de persuasión y convenció a Hera de que debía acepar a Zeus como esposo, por el bien de la comunidad divina del Olimpo. Por este servicio Zeus le prometió a Aquiles que quienes en adelante llevaran su nombre serían grandes celebridades.
El segundo Aquiles fue un eminente  sabio que educó al centauro Quirón, quien, a su vez, más adelante se encargaría de la educación del sexto y último de los Aquiles, al que me referiré más adelante.

El tercer Aquiles fue el  legislador griego que inventó el procedimiento de escribir en una concha de ostra (ostrakón), el nombre de la persona que debía ser expulsada de la ciudad por cometer abuso de  poder o representar algún peligro para los ciudadanos libres. Desde entonces se llamó ostracismo al castigo o pena del exilio.

Del cuarto Aquiles se dice (Francois Michel Noël) que era un hijo de Zeus y Lamia. Este Aquiles era tan apuesto que el dios Pan le concedió el premio a la mayor belleza masculina entre todos los seres,  divinos y mortales. La   decisión de Pan provocó la  ira de Afrodita, la más bella pero de las diosas, quien lo indujo a  enamorarse perdidamente  de la ninfa Eco,  sin que esta le correspondiera, pues también lo transformó en un ser tan horrible que provocaba  terror entre todas  las mujeres.
Del quinto Aquiles casi no hay información, solo se sabe que era hijo de una tal Salatea y que nació con  el pelo largo y completamente canoso.
El sexto y último Aquiles fue el más famoso de todos. Este Aquiles (“el de los pies veloces”, lo llamó Homero en La Ilíada), era  hijo de la  diosa marina  Tetis,  y de Peleo, rey de Ptía, la tierra de los mirmidones (los  hombres hormigas).

Aquiles fue alimentado  por su madre con ambrosía (la comida de los dioses) y para hacerlo inmortal  lo puso en una hoguera de fuego celestial. Cuando al pequeño Aquiles solo le quedaba uno de los talones por quemarse,  Peleo  lo sacó  del fuego creyendo que su madre trataba de matarlo.

Por eso el talón de Aquiles quedó como la única parte vulnerable de su cuerpo.

Otra versión de este mismo mito, sobre el talón de Aquiles, es que  cuando estaba tierno su madre  lo sumergió en las aguas del río Estigia, que rodea el mundo de los muertos, para hacerlo inmortal. Al sumergirlo en el río lo agarró  de uno de los talones, que por eso quedó como la única parte vulnerable de su cuerpo.

Tetis supo por medio de un oráculo que  Aquiles estaba destinado a morir al pie de  las murallas de Troya. Por eso, cuando su hijo  ya  era un adolescente,  para protegerlo   lo vistió con ropas femeninas, le puso el nombre de Pirra y lo envió a la ciudad de Escira para que fuera parte de la corte del rey  Licómedes.

Aquiles fue descubierto allí por el astuto Odiseo (Ulises),  de manera que  tuvo que  ir a la Guerra de Troya donde se cubriría de gloria,  pero moriría por el ineludible designo de los dioses.

Cuando Tetis supo que su hijo había muerto salió de las aguas y,  acompañada por las nueve musas y las  nereidas (ninfas del mar),  fue a llorar sobre su  tumba. Las nereidas cubrieron la tumba con flores y lienzos celestiales mientras  las  musas cantaban tristes himnos fúnebres.

Durante 17 días  lloraron  las diosas la muerte de Aquiles y en el día 18  el cuerpo desnudo del héroe fue puesto sobre su escudo de guerra  e incinerado en la pira funeraria.

Las  cenizas de Aquiles fueron  mezcladas con las de su amado Patroclo y depositadas en una urna de oro, que se guardó en un sepulcro construido en la colina de Sigeo, a orillas del mar. Pero su alma fue llevada por Tetis a los Campos Elíseos, donde los espíritus de los héroes y los mortales que en vida fueron virtuosos, disfrutan de una eterna vida placentera.
En la Tierra Aquiles fue venerado como un semidiós, se erigieron templos para rendirle culto y el oráculo de Dodona mandó a que cada año se ofrecieran sacrificios en su honor.

Opinión Aquiles La Ilíada muerte Troya Zeus archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí