Nicaragua seguirá siendo dependiente en gran manera del petróleo, pues según el Plan de Indicativo de Expansión de Generación Eléctrica, entre el 2018 -2030 van a entrar ocho motores térmicos cada uno de 35 megavatios que suman 280 megawatt, sin incluir los cuatro motores térmicos de la misma capacidad que debieron entrar en el 2016 y que fueron reprogramados para entrar este año para darle estabilidad al sistema.
En el plan publicado por el Ministerio de Energías y Minas (MEM) estos proyectos aparecen señalados con el abecedario, de la A a la L, dando a conocer que todos son de la empresa privada Alba Generación, vinculada a la familia presidencial.
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Con los primeros cuatro motores que suman 140 megavatios de energía eléctrica, Alba Generación sumaba 25.4 por ciento de la capacidad instalada en el país y el 50 por ciento de la demanda. Estos contratos fueron sin licitación.
Ahora con estos nuevos proyectos de generación térmica, más la planta fotovoltaica “Victorias del Alba” ubicada en Nagarote, así como proyectos hidroeléctrico y eólicos, la empresa Alba Generación tendría el control de más del setenta por ciento de la generación eléctrica del país.
Javier Mejía, oficial de recursos naturales y energía del Centro Humboldt, manifestó que este plan deja muy claro que al 2030 el país no tendrá un matriz energética noventa por ciento renovable a como había anunciado el MEM, sino que será 27 por térmica y 73 por ciento renovable.
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“Si bien es cierto que se está invirtiendo en energía renovables, vemos que más adelante va haber una fuerte inversión en energía térmica a base de petróleo (fuel oil), estas inversiones indican que el país seguirá siendo dependiente de las importaciones de petróleo”, sostuvo Mejía.
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El mismo plan de expansión da a conocer que entre el 2023 al 2027, entrarán 271 megavatios de generación hidroeléctrica con embalse, plantas que aportan a la regulación del sistema.
“Obedece al requerimiento para garantizar la calidad, seguridad y confiabilidad del sistema y asegurar el nivel de regulación requerido para la operatividad del Sistema Interconectado Nacional”, se lee en el documento.
Así inició Alba Generación
Las primeras plantas de Alba Generación que también entraron sin licitación pública, fueron las “Che Guevara” una batería de plantas que generan con búnker, lo que las hace ineficientes. Estas primeras plantas suman 230 megavatios.
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Los primeros 140 megawatt que entrarían en este tiempo según información del Ministerio de Energías y Minas (MEM) sería para sustituir la generación de energía de las plantas Che Guevara y a pesar que estas dejarían de funcionar, los consumidores en su facturación seguirán pagando por la potencia de estas plantas aunque estén sin funcionar.
Dentro de las plantas Che Guevara también se incorpora una planta donada por el gobierno de Taiwán al Estado de Nicaragua, la cual tenía una capacidad de generación de 27 megas, sin embargo esta de una forma inexplicable terminó en manos de Alba Generación.