No hay plan ni a corto ni a largo plazo que permita que las aguas superficiales estén libre de la contaminación que por arrastre llevan los cauces, explica Sergio Gámez, de la Red de Agua y Saneamiento de Nicaragua (Rasnic).
“Hay muchas viviendas que no se conectan a la red de alcantarillado sanitario, porque no quieren invertir, pero si están conectadas a los cauces. Eso es algo ilegal, pero es frecuente. La mayoría de la gente en Managua lo hace y esa agua va parar al lago”, dijo Gámez.
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Señala que revertir la situación es complicado, pues no solo requiere sensibilizar a la población, hay que analizar en qué cauces hay conexiones de agua negras habitacionales y por otra parte ver que cantidad de basura llega a estos lugares.
“Además muchas viviendas se construyeron cuando no había alcantarillado, es decir que si ahora estas personas quieren conectarse a la red deben de romper todo el piso para pasar la tubería, esa es una inversión que nadie quiere hacer”, explica Gámez.