En lo que va de este año se han registrado unos 40 casos de grisi siknis en la Costa Caribe de Nicaragua, según un monitoreo de medios realizado por el Programa Interdisciplinario de Estudios de Género de la Universidad Centroamericana (UCA), ya que no existen estadísticas del Ministerio de Salud (Minsa) sobre esta enfermedad.
Según la investigadora de la UCA, Jessica Martínez, se desconoce qué está haciendo el Minsa para registrar la enfermedad, que se ha convertido en un problema de salud pública en la Costa Caribe y a pesar de que el grisi siknis se ha curado con medicina tradicional indígena, no todas las comunidades cuentan con personas capacitadas para curar la enfermedad.
“No en todas las comunidades sus curanderos o sus médicos tradicionales están preparados para enfrentar el grisi siknis”. Además, agregó “sólo a través de los medios de comunicación se está reportando, no hay un registro en el Minsa sobre eso y deberían estar en el registro epidemiológico, si el modelo de salud intercultural estuviera en funcionamiento”.
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El grisi siknis se ha registrado desde hace varias décadas en la Costa Caribe de Nicaragua; Sin embargo, la enfermedad sigue siendo un enigma para la ciencia debido a que sólo el Instituto de Medicina Tradicional y Desarrollo Comunitario (Imtradec), de la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (URACCAN), ha realizado un estudio para tratar de registrar este mal.
Existen varias teorías sobre el grisi siknis. Para los psiquiatras es un trastorno mental culturalmente determinado, cercano a la histeria colectiva altamente contagiosa. Mientras en las comunidades miskitas se le conoce como la enfermedad del mareo y tiene origen en la espiritualidad.
Síntomas del grisi siknis
Según la investigación Algo anda mal: Bla o Wakni en el Río Coco, publicada en 2006 por la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (Uraccan), que reúne entrevistas con personas que padecieron grisi siknis y datos recogidos durante brotes, los síntomas son: fuertes dolores de cabeza, convulsiones, fiebres, inflamación en el estómago, pérdida de conocimiento, agresividad, insensibilidad física (no sienten cuando se golpean) y visiones. Las visiones, duran entre 10 y 20 minutos generalmente y que no llegan a superar la media hora.