“Nos han dicho que los negros no tienen derecho de reclamar ningún territorio”. Así resume Nora Newball, coordinadora del Gobierno Comunal Creole de Bluefields, el silencio al que los intentan someter por reclamar los derechos de su territorio. Y aunque señala que desde 2014 que recurrieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que les benefició con una medida cautelar para la población afrodescendiente, el gobierno no ha contestado.
En abril pasado el Gobierno Comunal Creole de Bluefields (GCCB) denunció que el Estado les cercenó su territorio. El “Título de Propiedad Comunal Negra Creole Indígena de Bluefields”, que les fue emitido por la Comisión Nacional de Demarcación y Titulación (Conadeti), solo reconoce el siete por ciento del área total (marítima y terrestre) que el GCCB reclamaba.
“Nosotros decimos que el título que se le entregó a la población Creole de Bluefields es un título político; que estaban buscando como acaparar los votos de los afrodescendientes Creole de Bluefields”, cuestiona Newball.
La representante Creole destaca que “la comunidad negra Creole de Bluefields no reconoce ese título, no se conoce, nadie lo ha visto, no se ha presentado en asamblea comunal que es la instancia que los pueblos aprueban y desaprueban de acuerdo a nuestras costumbres y tradiciones”, señala Newball, quien esta semana fue una de las expositoras sobre el tema, en el Sexto Congreso Centroamericano de Estudios Culturales, celebrado en la Universidad Centroamericana (UCA).
Son “hijos traidores” a la comunidad afrodescendiente
Con los gabinetes de la familia el gobierno creó las nuevas estructuras paralelas, para luego asegurar que en una asamblea aprobaran la reducción del territorio que el Estado, a través de la Conadeti, ya había aprobado cuál es el área de demarcación.
Es por ello que Nora Newball los llama “ hijos traidores” que le han hecho mucho daño a esa población. “ Por mandato político, agarran las estructuras de los gabinetes de familia los utilizan con las instituciones de gobierno para hacer una fachada de asamblea para aprobar allí el siete por ciento de reclamo que ya existían desde 2006”, critica la representante Creole.
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Esto porque dice conociendo que existen leyes que obligan al gobierno a cumplir con la demarcación y con la titulación de las tierras comunales de los pueblos indígenas y afrodescendientes de la antigua Moskitia, lo que prevalece es “el corazoncito de su partido político”.