Marvin Solano esquivó este viernes su primer obstáculo en Rusia, la báscula, donde reflejó un peso de 113.8 libras, por debajo de las 115 establecidas para darle vida al combate por el título Plata del Consejo Mundial de Boxeo, frente al local Mikhail Aloyan, quien marcó una libra más que el nicaragüense.
El combate se realizará este sábado en el Red Square, de Moscú, y será ofrecido como el plato principal de la función de Patriot Boxing Promotions.
Solano y su entrenador Guillermo “Polvorita” Martínez se encuentran establecidos en Rusia desde el fin de semana, al lado de Ruth Rodríguez, presidenta de Búfalo Boxing, a la espera de conquistar este cinturón que le abriría puertas al boxeador de 26 años, en ruta hacia mejores peleas. Pero aunque solo tiene un combate como profesional, Aloyan podría ser para él como una ecuación algebraica.
Habiendo retornado al ring en abril de este año ante Alexander Taylor, Solano se escapaba en tal ocasión de una inactividad de ocho meses, en los que poco se supo de él. Es decir, después de tres meses consumidos por el calendario, tratará de hallar entre el baúl su mejor versión esta vez.
Pleito parejo
Las razones que llevan a pensar que Aloyan complicará a Solano, incluso como candidato a la victoria en un mundo de probabilidades de 50 y 50, es precisamente su pasado amateur en el que acumuló brillo representando a su país, colgándose medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y recientemente en Río de Janeiro 2016 fue descalificado. Además, en 2011 y 2013 se consagró como campeón mundial amateur.
Pero el amplio currículum de Aloyan bien puede ser compensado por el registro profesional de Solano, en el que muestra 19 victorias (siete nocauts) y solo una derrota, más su boxeo, de trazos rápidos, gozando de calidad técnica, pero sin una pegada contundente como para imaginar un final precoz. De su lado, Aloyan arrastra seguro la fineza olímpica y una velocidad fantasmal, más un recorrido calculado del ring.