Nicaragua dio un paso más en su esfuerzo por allanar el camino hacia los mercados financieros. Además de mantener su calificación de B2 en moneda nacional y extranjera, Moody’s Investors Service mejoró la perspectiva de estable a positiva, aunque esto no permite que el país salga del grado de bono altamente especulativo.
La estabilidad fiscal y las perspectivas favorables, así como la fortaleza de las políticas macroeconómicas para afrontar choques externos futuros fueron los factores principales que incidieron en la decisión de Moody’s de mantener la nota y mejorar la perspectiva, según informó el Banco Central de Nicaragua.
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“La ratificación de la calificación en B2 refleja las fortalezas crediticias de Nicaragua, incluyendo el fuerte crecimiento económico; el apoyo del Fondo Monetario Internacional y el sector empresarial en el país, lo que facilita la implementación de políticas positivas para la calificación crediticia; y un servicio de deuda menor al de países similares, lo que equilibra los desafíos planteados por el bajo ingreso per cápita y la alta proporción de deuda pública denominada en moneda extranjera”, precisa la agencia citada por el máximo emisor bancario.
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Con ello Nicaragua se coloca en la misma situación crediticia de Honduras, que hasta el primer trimestre de este año tenía la nota B2 con perspectiva positiva, según el informe riesgo país del Consejo Monetario Centroamericano.
Las autoridades nicaragüenses han mostrado interés de incursionar en los mercados financieros, donde las notas de las calificadoras son claves para determinar los costos de los créditos.