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Kabul

El coche estalló frente al primer punto de control de la residencia de Moqaqeq, dejando muertos y heridos entre los guardias y los civiles LA PRENSA/ EFE

Coche bomba en el barrio chiita de Kabul deja al menos 26 muertos

Al menos 26 personas murieron este lunes en un atentado con coche bomba en Kabul contra la comunidad chiita hazara, víctima hace un año del primer ataque del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la capital afgana.

Al menos 26 personas murieron este lunes en un atentado con coche bomba en Kabul contra la comunidad chiita hazara, víctima hace un año del primer ataque del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la capital afgana.

El ataque también dejó más de cuarenta heridos, indicó el portavoz de la presidencia afgana, Shah Hussain Murtazawi, en una rueda de prensa. Además, Murtazawi acusó a los talibanes de haber incendiado el domingo un hospital de la provincia de Ghor (centro) y de haber matado a “35 civiles”, confirmando así informaciones de fuentes locales. Denunciando un “crimen contra la humanidad”, no precisó si se trataba de pacientes o trabajadores del centro. Pero el domingo, el ministerio de Salud dijo que, según “un miembro del consejo provincial, dos enfermeros, guardias y varios pacientes” habían sido abatidos.

Los talibanes, que se apoderaron el domingo del distrito de Taywara tras varios días de combates, negaron haber atacado el hospital y culparon a “un ataque aéreo” de las fuerzas afganas o estadounidenses.

En cambio, reivindicaron el atentado en Twitter “contra un autobús que transportaba a miembros del NDS [servicios de inteligencia] y que dejó 37 muertos”.

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Pero numerosos testigos aseguran que las víctimas son mayoritariamente civiles.
Según el portavoz del ministerio de Interior, Najib Danish, “el coche bomba se abalanzó contra un autobús que transportaba a empleados del ministerio de Minas” en el oeste de Kabul.

La explosión tuvo lugar poco antes de las 07: 00 hora local  en un barrio muy animado de mayoría chiita de Kabul, donde hay muchos clubes de gimnasia, universidades e institutos, comercios y los llamados “wedding halls”, salas para celebrar bodas.

Tras la explosión se veía en el cielo una espesa columna de humo.

Un fotógrafo de la AFP en el lugar vio numerosas ambulancias y heridos que estaban siendo trasladados en taxi o en vehículos privados. También observó el autobús, totalmente calcinado, situado cerca del ministerio donde llevaba a los empleados.

LA PRENSA/ AFP

Más “rencor”

Muchas tiendas sufrieron daños y la calle quedó llena de escombros y árboles mutilados.

Las víctimas podrían ser civiles, entre ellas estudiantes que iban temprano a la universidad en el periodo de exámenes pero también guardas de seguridad que protegían la residencia de Mohammad Moqaqeq, uno de los líderes de la comunidad hazara y parlamentario, indicó a la AFP su portavoz, Omid Maisom.

“El coche estalló frente al primer punto de control de la residencia de Moqaqeq, dejando muertos y heridos entre los guardias y los civiles”, dijo Maisom. “Creíamos que quería llegar a la casa del señor Moqaqeq pero nuestros guardas lo detuvieron”, añadió.

La comunidad hazara es una minoría chiita de cerca de tres millones de personas, discriminada y marginada en el país y conocida por ser una de las más liberales de Afganistán, en particular en el trato a las mujeres.

Este lunes se cumple un año, según el calendario de religioso, del atentado de 23 de julio de 2016 en Kabul contra una manifestación del movimiento hazara Enlightenment (Iluminación) que dejó 84 muertos y más de 300 heridos. Fue el primer atentado reivindicado por la organización extremista Estados Islámico (EI) en la capital.

Desde entonce el EI ha ganado terreno en el norte de Afganistán y atacó en varias ocasiones mezquitas y reuniones chiitas, en Kabul pero también en Mazar-i-Sharif (norte), donde en octubre atentó contra las fiestas de la Achurah, la principal celebración religiosa de la comunidad chiita.

El 16 de junio también atentó durante la llamada Noche del Destino, al final de las celebraciones del ramadán.
La comunidad hazara tenía inicialmente previsto este lunes una manifestación en memoria de las víctimas del atentado de julio, pero el domingo fue aplazada tras una reunión de los responsables de la comunidad con el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani.

El presidente condenó el atentado del lunes, “un crimen que alimentará el rencor de la población” contras los “terroristas”.

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