14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Columna Competitividad Empresarial

Carlos R. Flores

Un fallo judicial vergonzoso

Lea la columna semanal Competitividad Empresarial, sobre el reciente fallo judicial contra un ciudadano que hizo uso del derecho a la defensa. El caso Jorge García.

El reciente fallo que le condena a 15 años de prisión al ciudadano Jorge García, quien en legítima defensa propia y de su familia privó de la vida a un delincuente de varios que habían ingresado armados a su hogar, es un acto vil en contra de todos los ciudadanos y las familias de este país.

Este bochornoso caso contraviene no solamente las más elementales nociones del Derecho, y que atropella de forma surrealista la más mínima lógica, debe despertar una inquietud profunda en los administradores del Poder Judicial, en relación con las ya normales y cotidianamente torpes, ineptas, absurdas y equivocadas –para no decir más– de los fiscales y jueces del país, los cuales al parecer, no han estudiado Derecho, sino más bien, Izquierdo.

Los detalles de tan inédita equivocación jurídica, no son casuales, sino que obedecen a toda una corriente de pensamiento y acción que en nuestro país ha venido cobrando fuerza y expresión material: el hecho notorio de sesgar los fallos en favor de los victimarios en detrimento los derechos legítimos de las víctimas.

No puede haber una equivocación más grande el pensar que deba condenarse la reacción natural de un individuo, que por un lógico e irreductible instinto de protección, actúa en consecuencia para proteger lo más valioso, que es su propia vida y la de sus familiares.

De concretarse este fallo y de no tomarse ninguna acción eximente de la responsabilidad del ejemplar ciudadano Jorge García, liberándolo inmediatamente de tan traumática situación, la terrible lectura que debemos tener quienes habitamos este país, serían las siguientes:

  • Robar es un derecho tutelado activamente por las autoridades judiciales y con jurisprudencia específica.

  • La mayoría de personas en el país conforman ya un gremio delincuencial que va avanzando en pos de derechos personales superiores, en detrimento de los ciudadanos indefensos ante los delitos que aquellos cometen.

  • La necesidad de cambiar las reglas de acción e intervención, no solamente de los cuerpos policiales, sino de toda la seguridad privada que es tan útil y necesaria en el país para brindar protección física a personas e instalaciones, convirtiéndolas así en meros sujetos de adorno, los cuales tendrán que resignarse a no tomar acción más que en los términos en que antojadiza y equívocamente, los ahora órganos defensores de los malhechores piensen que sea lo correcto, entorpeciendo y reduciendo su ámbito y efectividad de acción, comprometiendo así la misión empresarial de tantas organizaciones que requieren tener un marco de acción claro y definido, sin ambigüedades y consecuencias retaliatorias oficiosas desde los mismos poderes del Estado.

Ángel Latorre en su obra Introducción al Derecho, señala que “hay leyes que vienen impuestas en forma casi automática por los usos sociales y la mentalidad dominante en una sociedad, de forma tal que el Estado no hace más que dar forma jurídica y completar y perfilar el material que le viene dado por la sociedad misma”, lo cual, de este caso, se deduce que si un fallo contraviene los usos sociales y la lógica del contexto –los cuales son el sustento lógico de la actuación del Estado expresado en la aplicación de leyes justas – ese adefesio jurídico se convierte en una inmoralidad, aunque revestida aparentemente de una bastarda legalidad, la cual solamente promoverá la proliferación y enraizamiento de los males sociales, que precisamente, la administración de justicia trata de reducir o eliminar mediante fallos apegados lógicamente a los hechos comprobados, es decir, que de una manera sorprendente y lamentable, este tipo de actuaciones por parte de las instituciones del Estado, promoverían activamente la apología del delito.

El autor es abogado y notario

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. Fabio F. Chávez Ch.
    Hace 7 años

    Sii en este país ya ni se sabe. van robando en el bus y la gente solo se queda viendo porque estas solo, la policía más bien te ataca y el poder judicial no es confiable. esta metodología de trabajo está institucionalizada en el estado, es para inmovilizar al ciudadano, ponerlo a merced del delincuente y generar un mundo gris. si nadie dice nada, nada ha pasado dicen, pues ellos no hacen nada y que hace uno? defenderse. y por supuesto que es el país más seguro de Centroamérica porque nadie va a la policía a poner la denuncia. es inútil y lo digo porque dos veces me he presentado y por Dios que pasas todo el día y nada. es un abuso hacia el ciudadano. hace 15 años miraba que la poli se movía, hoy en día no tendría el valor de hablar a favor ni de la policía ni del poder judicial.

  2. Leon Gieco Contreras
    Hace 7 años

    con todo respeto, el artículo de opinión parte de premisas equivocadas: no hay una sentencia condenatoria a 15 años…

    El autor es abogado, y me extraña la confusión de conceptos que posee… lo que hubo fue UN VEREDICTO DE CULPABILIDAD que emitió un jurado, lo que es la ante sala para la Sentencia donde se fije la pena (los famosos 15 años), pero hasta el dia de hoy NO HA HABIDO SENTENCIA.

    Si hay que criticar, es a la Fiscalía, que ejerció la acción penal, cosa que pudo haber determinado en sede administrativa que no había mérito… pudiendo la parte afectada, luego de tal, nombrar un acusador particular y proceder de todas formas…

    ¿Cómo un judicial va influir en la CONCIENCIA de un jurado? Ojo, no defiendo el sistema judicial de este país, pero al César lo que es del César…

    Ahora nada tiene que ver las fuente de derecho: la costumbre que se le da forma jurídica a través de la ley, con el hecho de que exista un fallo que no está apegado a la lógica o al derecho. Me parece que el autor tergiversa esta relación hechos y derecho….

    Estemos claros, el jurado es de CONCIENCIA, nadie, ni el juez ni el fiscal, ni el defensor, ni los parientes de la víctima, pueden revisar (por la vía de hecho o derecho) la decisión que han tomado.. porque no se cuestiona… es la expresión de las personas que son juzgadas con sus pares, lo cual tiene su asidero constitucional.

    Si no se quería arriesgar a esto, el abogado defensor, debió optar a un juez técnico de derecho.. lo cual no hizo… en ese caso, este artículo si tendría algún sentido… por lo pronto me parece que desinforma, mas de lo que informa. La Prensa debería tener mucho cuidado con lo que publica, creo en la critica veraz y incisiva, pero con la verdad…

    1. Margarita
      Hace 7 años

      Todos estos tecnicismos que Ud. aclara señor León pueden ser muy veraces y todo. No lo puedo asegurar, porque no soy experta en leyes, pero de algo sí estoy segura – y es esto precisamente lo que Ud. pierde de vista-, y es el enorme mal que provocan estos casos mal resueltos por la justicia, que es exactamente lo que el señor Flores, autor del escrito, nos ha querido expresar. Si Ud. es abogado – parece serlo- tome siempre en consideración que las normas y el derecho existen para regular la conducta de las personas y poder vivir ordenadamente dentro de la sociedad. Como parte de esa sociedad, somos seres humanos con derechos, y el derecho fundamental de toda persona es, ante todo, la vida -su propia vida y la de sus seres queridos- Todo lo demás está subordinado a esto. Si este principio no se cumple, todo se convertiría en un caos, y sería imposible vivir así. Creo que los mismos operadores de la justicia olvidan muchas veces este principio elemental, y se interesan más por los aspectos técnico-jurídicos que por defender los derechos civiles de las personas. Es el propósito que con toda seguridad ha movido al señor Flores a escribir este artículo, pues según queda muy claro él no ha pretendido “informar” algo (como dice Ud.), sino persuadirnos de lo antinatural e inhumano que han resultado las conclusiones (sean parciales o finales) en este juicio. (mf)

    2. Felipe Morris
      Hace 7 años

      Te insto a que propongas una solución. Que se podría hacer en este caso?

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí