La recomendación de las autoridades de migración salvadoreñas a sus connacionales para que descarten los viajes a Nicaragua, llegó a las puertas de las vacaciones por sus fiestas patronales, época en la que llegan al país para hacer turismo.
Finales de julio y el mes de agosto, junto con Semana Santa y diciembre son los periodos picos en la entrada de salvadoreños al país, evidencian las estadísticas del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur).
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Entre julio y agosto del año pasado, por ejemplo, llegaron desde El Salvador 31,693 turistas, reporta el boletín estadístico de Intur, disponible en su página web.
Del 1 al 6 de agosto se realizan las fiestas patronales salvadoreñas, en honor al Divino Salvador del Mundo y según reportes periodísticos de ese país la actividad gubernamental se paralizará del 1 al 7 de agosto, mientras que el sector privado vacacionará el 3, 5 y 6, por lo cual miles de salvadoreños viajan a países vecinos.
No obstante, este jueves 27 de julio el director de la oficina de Migración y Extranjería de El Salvador, Héctor Rodríguez, dijo en un programa de televisión que “Nicaragua está poniendo más requisitos de los normales”, por lo que recomendaba a sus compatriotas descartar viajes a Nicaragua.
Los “requisitos” a los que se refirió es el nuevo formulario de ingreso que se debe llenar con anticipación a la fecha de visita a Nicaragua y que de no hacerse, podría evitar el ingreso al país.
José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, afirmó que hasta la fecha no se ha reportado una baja en el ingreso de turistas procedentes de los países que conforman el denominado “Triángulo Norte” (Guatemala, Honduras y El Salvador), pero reconoció que sí hay preocupación de que lo expresado por las autoridades salvadoreñas afecte la afluencia de visitantes que regularmente llegan en agosto.
“Hay que dejar claro a qué tipo de situación aplica. Esto se está dando en pasos terrestres, principalmente. Segundo: hay que hacer una correcta estrategia de comunicación al respecto de esta situación y tener preparadas también a las autoridades en los pasos terrestres para que tengan conciencia de cómo manejar esto de una forma fluida, sin que afecte”, mencionó el representante empresarial.
Esta preocupación fue planteada por el sector privado esta semana que concluye en la Comisión de Turismo y en la Comisión de Pasos Terrestres, donde se expuso que si bien se busca reducir la inseguridad que pudiera provocar el ingreso de cierto tipo de visitantes del Triángulo Norte, “hay que buscar que el mecanismo sea más eficiente en cuanto a la aplicación, para no afectar a las personas, por ejemplo a grupos que vengan a actividades deportivas o intercambios culturales. Ese tipo de mecanismos hay que manejarlo mejor”, señaló.
¿Por seguridad?
El ingreso de las maras y pandillas de El Salvador es lo único que pudiera motivar una medida migratoria como la que tomó Nicaragua para el ingreso de ciudadanos salvadoreños al país, según dijo Roberto Cajina, experto en temas de seguridad.
Sin embargo, Cajina aclara que las autoridades nicaragüenses no han presentado pruebas de ingreso de maras o número de pandilleros provenientes de El Salvador.
Para Cajina, con esta medida Nicaragua estaría violentando el acuerdo centroamericano CA-4, que permite el libre tránsito de ciudadanos de Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, sin necesidad de pasaporte y solamente presentando su cédula de identidad.
“A raíz de las medidas extraordinarias que adoptaron en El Salvador (por el problema de las maras) hace más de un año, todos los países de la región centroamericana tomaron precauciones, pero ninguno una medida migratoria como esta de Nicaragua”, dijo Cajina.
Para el experto en seguridad esta medida no tiene ninguna explicación lógica. “Si fuera una medida restrictiva, en respuesta por las restricciones que El Salvador le está poniendo a los productos lácteos de Nicaragua, no es procedente. Si acaso esa fuera la razón, sería absurda e ilógica, porque la respuesta que se podría dar, en reciprocidad, tendría que ser de carácter comercial”, dijo Cajina.
El especialista sostiene que no se trata de una medida de seguridad porque las autoridades nicaragüenses no lo han dado a conocer como tal.
“Esto no abona al Sistema de Integración Centroamericana, más bien crea ruido. Porque a mí me parece, incluso, que la Cancillería salvadoreña ha sido bastante cautelosa con el tema, porque lo único que ha hecho es hacer públicas las restricciones y no ha habido una respuesta diplomática recíproca de El Salvador”, explicó Cajina.
