Erasmo Ramírez ha sido recibido en Seattle como el hijo que salió a hacer un postgrado al extranjero y ahora está de vuelta. En Tampa lamentan su ausencia y aseguran que los Rays extrañarán su versatilidad, mientras a los fanáticos les hará falta su amabilidad y su sonrisa.
“Los domingos por la mañana, después de un juego nocturno, los dogouts suelen ser sitios silenciosos, pero este domingo había otro ambiente en el vestidor de los Marineros y era la presencia siempre optimista de Erasmo Ramírez”, dice Ryan Divish de The Seattle Times.
Ramírez se unió a los Marineros el domingo, después de ser adquirido el viernes desde los Rays de Tampa, a cambio del relevista Steve Cisheck, en una transacción que fortalecerá áreas de necesidad de ambos equipos. Tampa deseaba un relevista. Seattle, un abridor.
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“Mientras algunos jugadores necesitan actuar ante las cámaras para que los fanáticos sientan realmente una conexión, Erasmo Ramírez nunca pareció separado de usted. Él estaba en el campo cada día con una personalidad que rompía ese velo en la mente y el corazón”, señala Brett Phillips de SBNation.com, radicado en San Petersburgo.
Después de dos temporadas y media en Tampa, donde acumuló marca de 22-20 y 3.98, Ramírez regresa a los Marineros, donde se unirá a la rotación que muestra a James Paxton, Félix Hernández y Ariel Miranda como los principales factores de estabilidad.
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Más que personalidad
“Lo interesante de Erasmo, es que aparte de su personalidad siempre positiva, trae a la mesa, habilidades más interesantes en este momento exacto, que cualquier otra opción que los Marineros pudieran tener”, valora Ethan Novak de SBNation.com en Seattle.
Firmado por los Marineros en 2007, Ramírez debutó en las Mayores en el 2012 y luego de algunos subibajas, fue canjeado a inicios del 2015 a Tampa, año en el que registró su mejor campaña (11-6 y 3.75, con 2.1 de WAR), antes de ser utilizado como relevista.
“También se convirtió en un jugador que era difícil no amar”, escribe Elizabeth Strom de SBNation.com, Tampa, quien además señala haber leído en algún sitio, que el nica pasó por entrenamiento profesional para dejar de sonreír mientras lanzaba, algo que se le cuestionó en Seattle.
Esa fue una de los motivos por los que el nica no agradó al exmánager Lloyd McClendon, quien fue un duro crítico y cuestionó su seriedad mientras lanzaba precisamente porque siempre sonreía. McClendon también dijo haberse frustrado porque no era capaz de hacer ajustes en el juego.
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Sin embargo llegó a Tampa, donde además de ser un jugador siempre dispuesto a trabajar en cualquier rol que se le asignara, fue una persona muy amable con la prensa y al alcance de los fanáticos. Sonreía siempre, como intentando demostrar lo feliz que se sentía de estar ahí.
“Una de las razones por las que era tan valioso para los Rays, era que podía ser utilizado con flexibilidad y daría todo, sin lloriquear, cualquier papel que se le pidiera que jugara. Ninguna insistencia en que debía tener un papel definido. Ningún drama acerca de jugar con su rutina, sin hacer pucheros o twittear su descontento”, agrega Strom.
Nuevo reto
Ahora inicia una nueva etapa en Seattle, donde ha sido recibido con entusiasmo. Incluso, uno de los periódicos puso una caricatura en la que se le da la bienvenida. Ramírez subirá a la colina este martes ante los Rangers de Texas como abridor a las 6:06 de la tarde.
“Estoy feliz de volver a un lugar familiar. Regreso al equipo que me cambió, es algo que no lo puede creer, pero es divertido”, dijo Ramírez con su sonrisa, que ha sido su carta de presentación, además de su habilidad para lanzar strikes y sacar outs.
“Nosotros lo queremos como abridor. Es un guerrero y siempre hace lo que le solicitamos. Su capacidad para trabajar múltiples innings y su habilidad para abrir partidos, le da más sentido a nuestro roster”, dijo el gerente general de los Marineros, Jerry Dipoto.