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masacre en Costa Rica, asesinato

LA PRENSA/Fotografía tomada del diario La Nación

OIJ investiga antecedentes penales de las víctimas de la masacre en Costa Rica

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) dijo no tener claridad sobre las causas del múltiple asesinato, que se maneja a nivel investigativo, como ajuste de cuentas, ni la identificación de los sospechosos

Cuatro días después de haber ocurrido la masacre de cinco personas, entre ellas dos nicaragüenses, en una recóndita finca costarricense ubicada cerca de la frontera con Nicaragua, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) dijo no tener claridad sobre las causas del múltiple asesinato, que se maneja a nivel investigativo, como ajuste de cuentas, ni la identificación de los sospechosos.

Walter Espinoza, director del OIJ, explicó que como parte del proceso de investigación, actualmente en etapa de inicio, indagarán con familiares la vida de las víctimas en busca de más pistas; y que en el caso del nicaragüense Carlos Pacheco Quesada, uno de los fallecidos, solicitarán colaboración con la policía de Nicaragua para conocer más sobre él.

Según el organismo, Pacheco tenía antecedentes penales en Costa Rica por portación ilegal de armas, y era el único de las víctimas que estaba esposado. Fue detenido en La Cruz, en abril de 2016.

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“(Pacheco) tenía una relación sentimental con una de las hijas de los adultos mayores (asesinados), antecedentes por portación ilegal de arma de fuego. Él no es de nacionalidad costarricense y tenemos que hacer enlaces y contacto con policía nicaragüense para conocer más de su entorno, paradigmas de sus relaciones y de algunos otros aspectos que eventualmente pueden servir para la investigación, que debemos extender a familiares de los otros fallecidos, no exclusivo a Carlos Pacheco”, dijo Espinoza.

La víctima era yerno de Isaías Bonilla, de 81 años y Paula Romero, nicaragüense de 63 años, y cuñado de Wilberth y Wálter Jesús, de 26 y 25 años, respectivamente, quienes eran hijos de los ancianos.

Se equivocaron de víctimas

La investigación es manejada por el OIJ como ajuste de cuentas, por la saña con que asesinaron a las víctimas, pues fueron colocados en fila en el patio de la casa de la finca y asesinados uno por uno, al parecer por un grupo de seis armados.

Espinoza mantuvo hermetismo con el texto de la nota escrita encontrada en uno de los cuerpos, dado que es un elemento especial de la investigación. Extraoficialmente se conoce que el mensaje daba a entender que los gatilleros se equivocaron de víctimas.

“La nota existe, se incautó y va ser sometida a análisis. Del contenido de la nota no (explicaré nada), salvo lo que manifestó inicialmente Fuerza Pública”, dijo Espinoza.

“De la revisión de la casa, no encontramos ningún dato trascendente desde el punto de vista probatorio que nos sirva para orientar la investigación. Originalmente se había señalado que había armas de fuego, sin embargo, esa información es absolutamente inexacta. No localizamos huellas, no localizamos fluidos biológicos, ni encontramos ningún dato que nos permita en este momento utilizarlos para encaminar la investigación”, añadió el funcionario.

Los sospechosos

Sobre los sospechosos, Espinoza fue claro en decir que “no los hemos identificado, no sabemos en este momento quienes son y obviamente eso nos impide aludir a cuáles son las condiciones que tienen; si tienen experiencia previas, si tienen antecedentes, si tienen experiencia militar, si tienen alguna destreza o habilidad y manejo de arma de fuego. Todo eso está sometido a investigación y hasta tanto nosotros no ubiquemos, localicemos, identifiquemos a los partícipes pues no tenemos nada”.

El director no puede asegurar que los sospechosos huyeron hacia Nicaragua, “ni que están ocultos en territorio costarricense, ni que se desplazaron al Valle Central (de Costa Rica) porque no sabemos quiénes son, no los hemos localizado ni conocemos las condiciones que tienen para realizar desplazamiento”.

Asimismo mencionó que “el caso tiene una complejidad natural toda vez que sucede en una área rural donde el acceso es muy difícil, donde la posibilidad de encontrar testigos es prácticamente nula, donde no hay cámaras, donde la posibilidad de hacer algún tipo de vigilancia electrónica se diluye”.

El OIJ indagó al cuidador de la finca, la misma persona que encontró los cuerpos la tarde del viernes y avisó a las autoridades, pero no halló muchos elementos para la investigación.

Nacionales asesinatos masacre en Costa Rica archivo

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